El mercado financiero sigue presionando y el dólar oficial terminó la jornada del pasado jueves con un salto de $55, valuado en 1.380 para la venta. Vale señalar que las bandas establecidas por el Gobierno marcan un valor máximo al 31 de julio de $1.449 y un mínimo de $966. Lo sorprendente es que la cotización oficial superó al blue, que terminó en $1.335, así como a las de los dólares financieros. La volatilidad cambiaria se exacerbó luego de que el Gobierno concretara su plan de eliminar las Lefi, instrumentos de corto plazo en pesos, que se crearon luego del fin de los pasivos remunerados del Bcra (Leliq y luego Pases), que estaban en poder de los bancos.
En medio de la corrida, el FMI aprobó la primera revisión del acuerdo por US$20.000 millones con Argentina y girará los US$2.000 millones comprometidos para las reservas internacionales. El Directorio se reunió el jueves para debatir las observaciones técnicas y, si bien hizo una salvedad sobre el incumplimiento de la meta de acumulación de divisas, aseguró que la implementación del programa fue «sólida». «A pesar de un contexto mundial más complejo, el Directorio Ejecutivo evaluó que la implementación del programa ha sido sólida, lo que refleja políticas adecuadamente restrictivas», indicó el organismo.
Por su parte, un eufórico Javier Milei participó de una entrevista en el canal de streaming Neura durante más de tres horas. En uno de los espacios a los que suele ir seguido, el Presidente habló sobre la corrida cambiaria que atraviesa la Argentina y se mostró junto a Luis Caputo y Santiago Bausili -dos engranajes centrales de su dispositivo económico-.
«Mandaron a la basura inmunda de Stiglitz a proclamar el apocalipsis», fue una de sus declaraciones para explicar la coyuntura, también propiciada por Victoria Villarruel y los «kukas». Según el relato presidencial, la suba de la divisa estadounidense tuvo detrás a sectores ligados al kirchnerismo. Pero Stiglitz no fue el único responsable del alza del dólar. «La traidora dio lugar a una sesión ilegal para que rompan el equilibrio fiscal», dijo sobre la discusión en el Senado semanas atrás en la que la oposición convirtió en ley un aumento para jubilados y otras iniciativas. Esta vez ya no quedan matices para considerar que el mote de «traidora» se refiere a su vice Villarruel, a quien cuestionó por habilitar el debate en la Cámara alta.
En el streaming también habló Caputo. «En 18 meses ya pasó tres o cuatro veces. Argentina no está acostumbrada a que el tipo de cambio flote, que es que puede subir o bajar. Tenemos controlada la cantidad de dinero, la flotación ahora funciona igual que en un país normal», dijo el ministro. s