La Fiscalía de Sinaloa dijo el viernes en un comunicado que en diferentes puntos de Culiacán, capital del estado, y a las afueras de la ciudad fueron localizados los cuerpos baleados de cuatro hombres y una mujer. Uno de los cadáveres fue encontrado en una funeraria del municipio El Dorado.
En tanto, en el puerto turístico de Mazatlán también fue asesinado a tiros un hombre y una mujer resultó lesionada.
Asimismo, tres personas fueron reportadas como desaparecidas en Culiacán, indicó la Fiscalía.
Las muertes ocurren en medio de una escalada de violencia que comenzó el 9 de septiembre por las disputas entre el bando liderado por “Los Chapitos”, que integran los hijos del exlíder detenido de la organización Joaquín “El Chapo” Guzmán, y los seguidores del histórico capo, Ismael “El Mayo” Zambada, apresado hace casi dos meses en Texas.
Los choques armados han dejado hasta la fecha casi medio centenar de muertos, entre ellos un oficial del ejército y un soldado.
El gobierno federal envió a Sinaloa más de 2.000 militares y efectivos de la Guardia Nacional que han resultado insuficientes para contener la ola de violencia que mantiene aterrorizada a la población y limitadas las actividades comerciales en Culiacán, una ciudad donde habitan más de un millón de personas.
Las autoridades de Sinaloa activaron desde mediados de la semana un operativo de seguridad en las escuelas para tranquilizar a la población y lograr que se reanuden las actividades educativas, pero no han tenido éxito.
AMLO acusa a Estados Unidos
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló el jueves a Estados Unidos como corresponsable de la situación de violencia que se vive en Sinaloa y dijo que la “inestabilidad” que padece esa región se debe a supuestos acuerdos que llevaron a la detención en julio de Zambada, aunque no los detalló.
López Obrador atribuyó en su conferencia matutina desde el palacio de gobierno la “inestabilidad” en Sinaloa a supuestos acuerdos que llevaron a la detención del histórico líder del Cártel de Sinaloa.
“El Mayo” Zambada fue apresado junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo”, quien presuntamente le tendió una trampa y lo secuestró para llevarlo a Texas en una operación que aún tiene muchos interrogantes y que apuntó a algunos vínculos de políticos de Sinaloa con el cártel.
Al ser preguntado sobre si Estados Unidos tendría “corresponsabilidad” en la escalada de la violencia en Sinaloa, López Obrador respondió que “claro que sí, por haber llevado a cabo ese operativo”. El gobierno estadounidense ha rechazado que haya estado detrás de la entrega de Zambada y Guzmán López.