Según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA), se trata de «inundaciones sin precedentes».
«Recuperamos 115 cadáveres y se espera que haya más, porque la riada vino de lejos y arrastró a la gente al río Níger», declaró a la AFP Ibrahim Audu Husseini, portavoz de NEMA en el estado de Níger.
En paralelo, al menos 78 personas fueron hospitalizadas en las últimas horas con heridas, informó el responsable de la Cruz Roja en la zona, Gideon Adamu.
Ante el trágico escenario que se presenta en el país africano, fuerzas policiales y del Ejército se desplegaron para ayudar en las tareas de rescate, buscando posibles víctimas o supervivientes entre los escombros de las viviendas destruidas y anegadas.
En un comunicado publicado recientemente, el presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, dijo haber recibido con «profunda preocupación los alarmantes informes sobre las graves inundaciones» que causaron «la trágica pérdida de vidas y el desplazamiento de familias«.
«Expreso mis más sinceras condolencias a las familias afectadas y a la buena gente del Estado de Níger en estos momentos difíciles», subrayó el mandatario, al destacar que «todas las agencias federales pertinentes se han movilizado para apoyar los esfuerzos del gobierno estatal».
En Nigeria, las inundaciones causan estragos todos los años, provocando cientos de muertos, sobre todo debido a las deficientes infraestructuras. La temporada de lluvias en esta región suele durar seis meses y, en este caso, acaba de comenzar.
En 2024, más de 1.200 personas murieron en Nigeria en una de las peores inundaciones registradas en el país en décadas.