El olor nauseabundo proviene desde que la fábrica Alcoles de Uruguay (ALUR) se instaló en la ciudad de Bella Unión, Uruguay, y tiene a cielo abierto la vinaza que queda de la producción de etanol en sus piletas de una capacidad de 240 mil metros cúbicos.
El gobierno uruguayo hizo caso omiso a las denuncias de los ciudadanos fronterizos por la contaminación que sigue provocando su fábrica ALUR. El complejo industrial produce biodiesel, bioetanol, químicos, alimento animal, energía y azúcar.
Los malos olores en toda la zona son periódicos y no se observa una acción positiva por parte de la empresa uruguaya para iniciar un proceso de solución de la problemática ambiental.
Sigue sin importarle el impacto ambiental que provoca dicha fábrica, que está Integrada por el Grupo ANCAP (es la empresa pública multinacional uruguaya encargada de explotar y administrar el monopolio del alcohol y carburante nacional, el cemento portland así como importar, refinar y vender derivados de petróleo ) en un 90%, y en un 10% restante responde a Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Las sucesivas presidencias del Uruguay, como la de Pepe Mujica o el actual presidente Lacalle Pou -ambos de signos políticos totalmente distintos-, no han tomado acciones concretas para solucionar el problema a pesar de que las comunidades se lo han solicitado.(N&CA/Eduardo Soler).