Madres de infancias y adolescencias LGBTIQ+ de 14 países de Latinoamérica, que integran una organización regional en defensa de los derechos de sus hijos, ya están en Buenos Aires para participar de su primer encuentro presencial, que comenzará este jueves en el CCK, con el objetivo de trabajar por «los mismos derechos en todos los países”.“Tienen que saber que una vez que se consigue una ley, luego hay que imprimirla y llevarla encima siempre, como un segundo documento, para poder hacerla cumplir: eso es lo primero que le digo cuando alguien de mi país me contacta”, es una de las experiencias que la argentina Barbara Magarelli trasmitirá a otras madres activistas por los derechos de la diversidad durante el encuentro, que es acompañado por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Magarelli, más conocida como la madre de Mauro, el primer niño trans en obtener la rectificación de su DNI para que coincida con su identidad autopercibida, tras la sanción de esa norma en 2012, será -con su ONG Facha- referente para Argentina y una de las anfitrionas de la reunión, junto a Soledad Arrobas de la organización Padres, Familiares, Amigos de Lesbianas y Gay de Argentina (PFALYG).
Representantes de 14 países se congregan en Buenos Aires
Del encuentro que proseguirá el viernes, participarán representantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Colombia; países con realidades muy diferentes.“En Perú no tenemos ni (ley de) matrimonio igualitario, ni identidad de género ni unión civil porque nuestro Congreso está formado por mayorías conservadoras y católicas, pero en 2015, con la discusión de un proyecto que fue después archivado, logramos instalar el tema en los medios y la ciudadanía se vio obligada a tomar posición”, dijo a Télam Cecilia Villanueva, madre activista peruana, con un hijo gay de 28 años que hizo pública orientación sexual a los 18, y líder en su país del Grupo de Apoyo a Madres de Hijos Homosexuales.
Concluido el encuentro, las 14 madres participarán de la marcha del orgullo el sábado, embanderadas con las insignias de sus respectivos países.
“De esta reunión espero que salgan más alianzas, que las personas de países que no tienen leyes como las de Argentina o Uruguay, se vayan con el conocimiento de cómo se lograron esas leyes y de cómo militarlas una vez que salgan para hacerlas cumplir, para poder intentar eso mismo en sus respectivos países con el respaldo nuestro”, dijo la uruguaya Patricia Gambetta, referente de Trans Voice Uruguay y madre de un varón trans que hoy tiene 20 años pero que transicionó a los 14.
De las tres activistas que hoy integran la mesa directiva del Movimiento, Villanueva es la miembro más antigua y fundadora de la organización en 2017 junto a una par brasileña.
La mujer, cuyo ex esposo y padre de su hijo gay lidera en Perú una organización antiderechos LGBT+, explicó que el movimiento se creó con sólo 9 países y fue creciendo hasta alcanzar los 14 actuales.
“Convocamos a mamás que habíamos conocido según sus perfiles porque no es jalar por jalar. Buscamos que cada una de las mamás referentas de cada país sea una líder representativa del movimiento en su país”, dijo.
Hasta ahora, las integrantes del Movimiento se fueron encontrando en las redes sociales y todas coincidieron en 2019 en Medellín, con motivo de la convención trianual de la Asociación de las Familias por la Diversidad Sexual, pero “no era nuestro encuentro y después vino la pandemia”.
Gambetta explicó que cuando se sometió a votación la sede de este encuentro, la elección recayó en Buenos Aires porque Argentina es pionera en el reconocimiento de los derechos LGBTIQ+ y “tiene las leyes más avanzadas en la temática”
“Nosotros basamos la ley trans uruguaya del 2018 en la ley argentina de identidad de género. Lo vemos como el país precursor, con un presidente que tiene un hije no binarie y el primer lugar donde se reconoce esa identidad en el documento. Deberíamos poder copiar el ejemplo y, como madres, gestionar lo mismo en los diferentes países para que nuestros hijos tengan los mismos derechos en todos los países”, dijo.
De la charla con Télam también participó Mauro, quien está cursando el penúltimo año de secundario después de haber hecho casi toda la primaria en espacios educativos respetuosos de su identidad autopercibida.
“Me parece muy bueno que las madres se junten para darse el apoyo, que intercambien ideas, compartan cómo hay que hacer, que se informen para después transmitirle a sus hijas a hijos”, dijo.
El adolescente, como otros jóvenes trans, confía en que a su generación ya no le hará falta una ley de cupo laboral para conseguir trabajo y que esta norma de discriminación positiva podría traer más problemas que ventajas en un futuro de plena inclusión.
“El cupo laboral es lo último que requiero porque si uno va a buscar un trabajo, no tiene nada que ver si es hombre o mujer, sino la capacidad de realizarlo bien, porque hay personas que el trabajo no les gusta y van porque tienen que ir, y hay personas que sí lo querrían o son capaces de realizarlo” y no son tenidas en cuenta, dijo.
Su madre explica que durante las dos jornadas del encuentro, habrá ponencias sobre bullying, sobre el panorama legislativo y sobre ESI y destaca un panel sobre “Fe y Diversidad” del que participarán “cuatro representantes de cuatro religiones reconocidas por el estado nacional”: un pastor evangélico, un sacerdote católico, un pai umbanda y el presidente del Congreso LGBT Judío.
Hasta ahora, las integrantes del Movimiento se fueron encontrando en las redes sociales y todas coincidieron en 2019 en Medellín, con motivo de la convención trianual de la Asociación de las Familias por la Diversidad Sexual, pero “no era nuestro encuentro y después vino la pandemia”
A su turno Villanueva explicó que el movimiento es motorizado desde las madres porque “nosotras estamos convencidas que las que saca adelante a un hije es la madre”, que le acompaña en cada etapa, le ofrece siempre un “amor incondicional” y en un contexto cultural machista como el de Latinoamérica, “les es mucho más fácil aceptar un hijo o hija” con otra orientación sexual o identidad de género disidente.
Gambetta explicó que están llamados a participar del encuentro en el CCK no solamente madres, sino familias, educadores, psicoterapeutas, agentes de salud y “toda persona que pueda estar involucrada en la transición o en la salida del closet y que quiera acompañar bien estos procesos”.
“Muchas veces la discriminación es por falta de información, queremos creer que es por eso, hay que informar, sensibilizar, contar nuestras historias, mostrar las realidades de las chicas y chicos para que vean que con amor, con el apoyo, con el acompañamiento ellos lograran ser quiénes quieran ser”, dijo.