Macri cercado entre el estado asambleario del PRO y el silencio de Milei


Un año después de intentos fallidos para conformar una alianza, Javier Milei y Mauricio Macri comenzaron una nueva disputa sobre el electorado que comparten y que se siente más identificado con el Gobierno que con el PRO. El arranque del año electoral profundizó el proceso que se viene cocinando desde noviembre pasado, con el adelantamiento de definiciones políticas determinantes, como la coexistencia del nuevo oficialismo con lo que queda de Juntos por el Cambio.  Por segunda vez el presidente dijo que estaba dispuesto a acordar con Macri y en esta oportunidad el expresidente buscó contestarle con velocidad. Lanzó dos mensajes por X que no fueron contestados por nadie del Gobierno.

La situación puso al partido que Macri preside en estado asambleario. El silencio del gobierno desautorizó al expresidente y puso en crisis el liderazgo de la fuerza que fundó hace 20 años.

Milei fue vehemente cuando dijo que estaba dispuesto a negociar un pacto electoral y sostuvo que estaba abierto a recibir propuestas. Macri reunió a la conducción del partido y luego le contestó por X. Le comunicó que le proponía armar un «equipo de trabajo» con quienes designe Milei «para que el kirchnerismo nunca más vuelva a gobernar el país o alguna de las 24 provincias argentinas». El apelativo al antikirchnerismo apuntó a recordarle al presidente que si van separados pueden perder en algunos distritos, como la Provincia de Buenos Aires. Tanto Macri como Milei saben que pueden afrontar una derrota en el territorio que gobierna Axel Kicillof porque es posible que deban competir con un peronismo unificado, con duras diferencias internas, detrás de la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner como aspirante a la Cámara de Diputados.

El llamado de Macri a la unidad en todo el país causó entusiasmo dentro de un PRO que está dividido entre los que no quieren pelearse con Milei, porque advierten la creciente fuga de dirigentes a La Libertad Avanza, y los que vienen de una pésima relación con el gobierno. El caso más paradigmático es el alcalde porteño Jorge Macri. El primo del expresidente viene de una relación tortuosa con los Milei. Intentó un acercamiento, pero La Libertad Avanza le votó en contra el Presupuesto 2025 y se ha definido como oposición a Macri en la Ciudad, justo el territorio originario del PRO. Además de la mala relación que tiene Jorge con la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el conflicto se potencia por la debilidad política del alcalde capitalino. Jorge Macri no mide bien. Su gestión no repunta en las encuestas y la debilidad que tiene en la Legislatura podría profundizarse. En el viejo concejo deliberante los libertarios huelen sangre y alimentan a los que trabajan por el final del PRO, es decir, la hermana del presidente y el asesor Santiago Caputo. Frente a ellos, que juegan el rol de policías malos, Milei aparece como el bueno, que elogia a Macri y está dispuesto a acepar ofertas. El silencio posterior de la Casa Rosada y el desdén que hace correr Caputo confirman que la negociación por el acuerdo entre Macri y Milei asoma como una disputa sobre quién será el responsable final de un eventual naufragio de una alianza común para las próximas elecciones legislativas.

Milei lanzó su predisposición con Macri después de cerrar el 2024 rodeado de una parte del bloque de la UCR en la Cámara Baja. No sólo estuvieron los llamados «radicales con peluca» sino otros prominentes miembros del partido que responden al gobernador mendocino Alfredo Cornejo. También estuvo el titular del bloque, el cordobés Rodrigo de Loredo. Son nombres que este año podrían compartir un frente común con LLA en sus provincias y tener un diálogo privilegiado con el gobierno, por fuera de la tortuosa relación con el PRO. «Por momentos parece que la Casa Rosada está dispuesta a dialogar con todos, salvo con Macri», confió a Tiempo un dirigente del PRO que sigue de cerca las decisiones del magnate. Milei ya no se pelea más con el gobernador de Chubut Ignacio «Nacho» Torres y tampoco con Rogelio Frigerio, de Entre Ríos. Los dos mandatarios son parte de los acuerdistas, que avizoran competir juntos contra el peronismo, pero contrastan con el primo Jorge, que cerró el año anunciando el desdoblamiento de las elecciones porteñas para el seis de julio, lo más lejos posible de las nacionales del 26 de octubre.

Las ventanas que Macri abrió en su primer mensaje hacia Milei parecen cerrarse en un segundo. «Nuestra propuesta de equipo de trabajo está conformada por las siguientes personas: Cristian Ritondo, Ana Clara Romero, Silvia Lospennato, Hernán Lacunza y Soledad Martínez. Con ellos, y los nombres que LLA proponga, podemos conformar un equipo», escribió el expresidente poco después de lanzar el primer tuit.

Según pudo reconstruir Tiempo, fue la parte que más desconcierto causó adentro del PRO, que ya transita un estado asambleario por las crecientes diferencias internas sobre resistir o ser fagocitado por un Milei que supera el 40% de imagen positiva y dispara ese porcentaje al 70% cuando los sondeos exploran las preferencias del electorado de Juntos por el Cambio, aquel universo que Macri aceptó hace un año trasladarle a Milei a través de la derrotada candidata Patricia Bullrich.

El elenco que nombró Macri parece revelar que el expresidente sigue desconociendo el funcionamiento del gobierno o que directamente está poniendo requisitos para terminar de distanciarse. «Ni los hermanos Milei, ni Caputo van a aceptar esos acuerdos de cúpula. Mauricio sigue insistiendo con una receta que al gobierno no le va. Por eso es llamativo que siga cometiendo los mismos errores que hace un año», se quejaron dentro del partido amarillo.

El segundo mensaje no logró su cometido. Reveló poco volumen político en la negociación y fue la primera mención de Ritondo por parte de Macri. El expresidente sigue sin decir una sola palabra para respaldarlo luego de la investigación del sitio EldiarioAR, que reveló la posesión de tres departamentos en Miami por casi tres millones de dólares, que no había declarado y estaban a nombre de su esposa.

La mención de Ritondo, al menos en las redes, no rindió frutos. Además del silencio del gobierno volvió a retumbar el que hizo Macri sobre la situación del titular del bloque del PRO, que sí fue públicamente respaldado por Milei.

«Nombró a Lacunza, un economista sólido, pero que trabajó hasta hace poco para Horacio Rodríguez Larreta. No creo que le guste la idea a Milei y mucho menos ese elenco», dijo otro dirigente del PRO en la provincia de Buenos Aires. «Ritondo puede ser bueno negociando, pero está todo chocado en este momento», insistió para sembrar más dudas sobre la eficiencia de la contrapropuesta que lanzó Macri.

La única ponderada por Milei de la mesa que propuso Macri es la diputada Silvia Lospenatto, con quien el presidente habló para prometerle que insistiría con el proyecto Ficha Limpia en Diputados. Este viernes lo incluyó en el temario de las sesiones extraordinarias que convocó desde el 15 de enero. También incluyó a la intendenta de Vicente López, Soledad Martinez, también destinataria del desdén de los Milei en la provincia.

La diferencia de trato del gobierno con los gobernadores del PRO es una línea divisoria que parece aislar a Jorge Macri, enfrascado en una creciente pelea con los Milei. Por eso esta semana adelantó el lanzamiento de la candidatura de su primo a senador nacional por la Ciudad. Mauricio había grabado un mensaje donde se ponía a disposición del partido para participar a la distancia de un encuentro organizado en el barrio porteño de Villa Pueyrredón para calentar al activo militante del PRO en la Ciudad. Jorge volvió a insistir sobre la autonomía de su partido ante LLA y habló en nombre de su primo. En medio de la vertiginosidad del duelo público entre Macri y Milei, la jugada de Jorge adelantó por varios meses una candidatura con el apellido familiar. Una especie de «todo o nada» con un alcalde porteño acorralado en la pelea con el gobierno y con escaso acompañamiento dentro del partido que dirige su primo.

El expresidente sabe que la mayoría de su partido no quiere pelearse con Milei. Por momentos parece obligado a pactar, en condiciones desfavorables. Sin embargo, en la medida que se estire el silencio del gobierno, Macri no tendrá otra opción que arrancar una narrativa para discutir, ante su electorado, quién termina siendo el responsable del fracaso de un pacto electoral. En la Rosada dicen que discutirán recién en mayo y que no hay apuro. En el medio el presidente convocó a extraordinarias y sigue tendiendo puentes con los restos de Juntos por el Cambio. Buscará la eliminación de las PASO, la designación de Ariel Lijo en la Corte y retomar el proyecto de Ficha Limpia. La Rosada no escatima gestos políticos con los diputados del PRO y también de la UCR y ahora que se reactivará la rosca legislativa es posible que surjan nuevos acuerdos. Si la silenciosa guerra fría de Milei con Macri se profundiza, el PRO seguirá siendo fagocitado por el gobierno, casi por goteo, con Bullrich a la cabeza pero con la sombra de poder de daño del partido amarillo. El PRO tiene seis o nueve puntos de intención de voto que podrían transformarse en una zancadilla irritante para el presidente, que todavía no ha dicho una palabra sobre la propuesta que le dejó Mauricio. «

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