El presidente Nicolás Maduro pasó de ser un asiduo defensor de las redes sociales a detractor: bloqueó X y atacó todos los canales por donde los venezolanos pueden informarse de forma independiente.
Según el mandatario chavista, son «multiplicadores del odio y el fascismo», porque se están usando para difundir las denuncias de fraude en las elecciones del 28 de julio, en las que el líder chavista se declaró ganador para un nuevo mandato, sin mostrar las actas oficiales.
Desde entonces, en el marco de una seguidilla de marchas opositoras y mientras la disidencia y gran parte de la comunidad internacional exigen que se publiquen los datos de la elección, se han producido 25 muertes violentas y más de 2.400 detenciones.
También, la autocensura se ha exacerbado, con programas informativos o de opinión que desaparecieron, y medios publicando notas sin firmas y fotografiando a ciudadanos ocultando sus rostros.
En ese contexto, una alianza periodística buscó una alternativa para informar.
«Hola, soy La Chama. Hola, soy El Pana. Fuimos generados por inteligencia artificial, pero nuestros contenidos sí son reales, verificados, de calidad y creados por periodistas. Y lo hacemos porque ellos no pueden poner su cara para informar, porque esto conlleva riesgos», explican los avatares.
Carlos Eduardo Huertas, director de la organización Connectas en Bogotá, Colombia, ayuda a articular este esfuerzo y atiende entrevistas que colegas dentro de Venezuela no se atreven a responder.
«Operación Retuit es un nuevo desarrollo a partir de dos iniciativas que surgieron antes de las elecciones. Ambas iniciativas han logrado reunir una veintena de medios al interior de Venezuela que verifican la información y la contrastan, y que adicionalmente han sido perseguidos, censurados, bloqueados», explica Huertas a RFI.
Periodistas detenidos
Once periodistas han sido arrestados en el país, la mayoría de ellos en contexto de coberturas informativas, y solo uno ha sido liberado por ahora. Otros cuatro han sido imputados por terrorismo y enfrentan penas de hasta 30 años de cárcel.
«Y de ahí precisamente que estemos mirando cómo de manera inteligente esto puede ayudar a que información relevante, oportuna, de interés público, se mantenga en la agenda», añade Huertas.
Llamarlo Operación Retuit es una respuesta a la Operación Tun Tun, el nombre que el oficialismo venezolano le ha dado a los allanamientos y arrestos de disidentes, incluso en boca del propio Nicolás Maduro.
Tocorón es una cárcel de máxima seguridad, y «Tun tun» es un villancico navideño sobre tocar a la puerta, que desde 2017 se ha usado por el número dos del régimen, Diosdado Cabello, para anunciar que los cuerpos de inteligencia SEBIN y de contrainteligencia militar DGCIM llegarán a las puertas de personas señaladas.
Es lo que ha ocurrido luego de las elecciones, como ha quedado registrado en varios videos, como la transmisión en vivo por Instagram de la activista María Oropeza cuando denunció que entraron a su casa.