Un residente del barrio Juan XXIII, denunció que tres sujetos presuntamente armados se pararon fuera de su vivienda para amedrentarlo, mientras otro lo llamó por teléfono obligándolo a depositarle dinero. Se alzaron con más de 600 mil pesos.
Un grave hecho de estafa y amenazas tuvo lugar la tarde del viernes, que tuvo como víctima a un vecino del barrio Juan XXIII. Tres individuos, a bordo de una camioneta, detuvieron su marcha en el exterior de su domicilio, mientras otro, lo llamó a su teléfono personal, indicándole que debía depositarles dinero, o en caso contrario, volverían a la noche para tirotear su casa.
En diálogo con Crónica, la víctima de 22 años, quien prefirió mantener su identidad en reserva, explicó que “estaba ayer (por el viernes) en mi casa, en barrio Juan XXIII, mi pareja se había ido y eran cerca de las 5 de la tarde. Yo me quedé limpiando y estudiando para la universidad, abrí la puerta porque hacía calor y vi una camioneta Toyota Hilux negra, estacionada afuera, primero pensé que eran clientas porque tenemos un emprendimiento chiquito de cremas importadas, pero vi que eran tres hombres, dos de ellos encapuchados, entonces cerré”.
Así, mencionó que “en ese momento me llamaron de un número con característica de Buenos Aires, primero no atendí y vi que seguían estos hombres afuera y volvieron a llamar, atiendo y me dicen que ‘tenía que cooperar’, que era un capo de algo de Buenos Aires, que tenían a la policía de Comodoro comprada, que no había nadie que se salve, que tenían vigilada a mi familia y empezaron a pasarme mis datos personales. Miré por la ventana, asustado, uno de los dos hombres bajó y exhibió un arma”.
En este marco, mencionó que “me pedía que le pase dinero por transferencia sino me iban a tirotear la casa, que iban a volver a la noche y que me iban a seguir. En ese momento les transferí 100 mil pesos que había juntado para seguir trabajando, para el alquiler y otras cosas”.
Sin embargo, la tarde de terror no culminó ahí, y el damnificado continuó relatando “después me dijo que tenía que seguir cooperando, que pasarle más plata, ‘si no vamos a ir gato’ me decían, Yo estaba asustado, no sabía qué hacer, me quedé paralizado, entonces pedí dinero a familiares, y terminé entregando unos 690 mil pesos”.
A raíz de ello, planteó que “después pensé que hubiera sido una solución llamar a la policía, pero cuando pasa no pensás, yo soy de Río Mayo que es un lugar muy tranquilo, y nunca me pasó algo así, además lo que más miedo me dio fue que estaban afuera, me han llamado para hacerme estafas telefónicas, pero nunca así, quedé para atrás económica y emocionalmente”.
En cuanto a lo ocurrido, manifestó que “ellos se aseguraron, me hicieron poner el teléfono en altavoz para que no pueda llamar a nadie, y me decían que no llamara a la policía, que los chicos estaban dando vueltas en la camioneta, decían que era la gente que tenían de cobranza. Lo que más miedo me dio fue que también llamaron a la abuela de mi pareja, fingiendo ser ella, pidiendo ayuda que le habían robado, y mi pareja estaba al lado de su abuela. No sé de dónde sacaron mi teléfono, mis datos, los datos de mi pareja, de la abuela”.
Tras lo ocurrido, la víctima radicó la denuncia, según manifestó, pero continúa con temor por lo sucedido, “a la noche tuvimos que llamar a la policía porque pasó un auto negro a la madrugada y estacionó unos segundos, hasta las 5 de la mañana no pude dormir. La experiencia que me dejó fue terrible, yo no puedo confirmar si tenían armas reales o no, pero estaban afuera. Conseguí los datos y son de Lanús, Buenos Aires, y tienen cómplices acá, no sé si me tenían vigilado o qué, pero nosotros somos una familia humilde, no tenemos mucho, estamos alquilando, por eso posiblemente estaremos haciendo una colecta o algo para recuperar todo lo que se robaron, y esperamos que surja algo de esto, por lo menos ahora alertar a la gente de lo que están haciendo, que la gente esté atenta” finalizó.