llega una novela sobre el filósofo Spinoza


Jos Rodrigues dos Santos Foto prensa Espasa
José Rodrigues dos Santos. /Foto: prensa Espasa.

La vida y la obra de Bento o Baruch Spinoza, el filósofo del siglo XVII que le puso fin a la Edad de las Tinieblas e impulsó el predominio de la razón y la secularización de la política son el tema de «El secreto de Spinoza», una novela del autor portugués José Rodrigues dos Santos que retoma la figura del pensador que fue acusado de hereje con una obra que removió los cimientos del cristianismo y renovó las bases de la teología: «Fue el creador del mundo moderno, de las democracias liberales de hoy como la democracia de Argentina o Portugal», define el narrador.»El secreto de Spinoza», editada por Espasa, es la primera obra del autor del bestseller «Furia divina» que se publica en la Argentina, aunque algunas traducciones al español de sus libros se consiguen en España. «Ojalá este sea el punto de partida para que otras de mis novelas lleguen a las librerías argentinas», se entusiasma Rodrigues dos Santos, en diálogo con Télam desde Lisboa.

La novela que se inspira en la trayectoria del filósofo judío de origen portugués que se animó a negar el origen divino de la Biblia y la existencia de los milagros y proclamó la vigencia de las leyes naturales cuenta con una nota final en la que el escritor portugués incluye su propia valoración del pensador que le dio comienzo a la Era de las Luces y llegó a dejar su impronta en la mismísima Constitución de los Estados Unidos.

Junto a las dudas sobre los Textos Sagrados y sobre su repercusión en la política y la vida social que tiene el joven Bento, la novela recoge su debate interior que lo llevó a dejar atrás su fe y enfrentarse a su comunidad de pertenencia, al punto de poner en peligro su vida y la de sus seguidores y a ser perseguido, acusado del peor de los crímenes de entonces: la herejía.

José Rodrigues dos Santos nació en Mozambique en 1964. Es periodista de Rádio e Televisão de Portugal (RTP). Ha trabajado en Rádio Macau y la BBC, y ha sido colaborador permanente de la CNN. Con dos doctorados, realizados en Lisboa y París, ha sido profesor durante veinticinco años en la Universidade Nova de Lisboa. Como novelista ha sido distinguido con los premios a la mejor novela de las librerías Bertrand y del Portal da Literatura, el Prémio Clube Literário do Porto y el Prix Littéraire de la Lusophonie. Esta es su vigésimo quinta novela pero la primera que está disponible en las librerías argentinas.

-Decidió rescatar la figura de un filósofo del siglo XVII, ¿cuál es la influencia que tiene Baruch Spinoza en el siglo XXI? Usted destaca no solo su influencia en la filosofía, sino también en la política ya que hay un eco de sus ideas en la Constitución de los Estados Unidos…
-Como cuento en mi libro, Spinoza fue el creador del mundo moderno, de las democracias liberales de hoy como la democracia de Argentina o Portugal o de Estados Unidos de América. Además él fui el finalizador, el que terminó de diseñar, el método científico.

Un científico o un filósofo quizás hace una gran revolución, por ejemplo, Copérnico ha hecho una gran revolución. También Descartes o Einstein pero Spinoza ha hecho dos grandes revoluciones: la primera fue la conclusión del método científico. El que comenzó Francis Bacon en Inglaterra, Decían que en la naturaleza todo es causa y efecto como un mecanismo, pero Dios es la primera causa y además Dios podía cambiar las leyes de la naturaleza, Pero Spinoza terminó de diseñar el moderno método científico porque dice que eso no es verdad y que Dios es la naturaleza.
Entonces la naturaleza se explica por sí misma y no existe lo sobrenatural, lo milagroso. Eso es algo natural que no comprendemos ahora pero que un día vamos a poder explicar. Es decir que, aunque no lo creamos, en la actualidad, estamos en el mundo de Spinoza.

-Pero hubo otra revolución que no está relacionada con el método científico…
-Sí. Él ha hecho una segunda gran revolución. La primera fue con su libro «Ética». Ka segunda con su Tratado político que fue escrito en una época en la que se pensaba que la Biblia era un texto divino, dictado por Dios, y todos los misterios de la naturaleza del universo estaban escritos en la Biblia. En sus páginas se podían encontrar todas las respuestas para todos los misterios, Pero Spinoza fue el primero en decir que no es así, que la Biblia es un texto humano, hecho por humanos para humanos, por razones humanas. Él anuló la divinización de la Biblia y además señaló que los religiosos manipulan la Biblia para hacer política, para sostener el dominio sobre las personas. Para Spinoza la Biblia es un texto que solo habla de moral. El verdadero mensaje que transmite es: «No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti».

– Spinoza dice que en este sentido el hombre es esclavo…
– Asegura que tenemos que reemplazar las religiones tradicionales por la razón. Esa frase de Spinoza pone fin a las tinieblas y da inicio a las luces. Rousseau comienza «El contrato social» diciendo que el hombre nació libre, pero está en esclavitud y ése es el mensaje de Spinoza. Los iluministas alemanes, pero también Marx fueron influenciados por Spinoza.

-¿Cómo hizo para reconstruir la vida de Spinoza?
-En la nota final de la novela cuento que hay poco escrito. Una biografía de su época, otra de alguien que no lo conoció pero entrevistó a quienes lo conocieron. Pero el mismo Spinoza les pidió a sus amigos antes de morir que expurgasen sus obras de referencias personales. Quería que sobreviviesen sus ideas. Así que tuve que buscar informaciones cruzadas para reconstruir su trayectoria.

Foto prensa Espasa
Foto: prensa Espasa.

– Usted es periodista y está acostumbrado a trabajar con la actualidad, ¿cuál es la vigencia que tiene Spinoza?
-Hay varias razones. Primero que Spinoza es el más importante filósofo de lenguas hispánicas. También el más importante filósofo judío y, a la vez, el más importante filósofo neerlandés. Diría que fue uno de los filósofos más importantes de la historia, al nivel de Platón o Sócrates porque encaró dos revoluciones. Pero además considero que, en la actualidad, el mundo de Spinoza está bajo ataque. Primero desde el punto de vista científico ya que hay personas terraplanistas o personas que no creen que las vacunas sean eficaces. Pero también hay un ataque a la democracia. La guerra entre Rusia y Ucrania lo es. Hoy detrás de Rusia tenemos a China que es una dictadura. Tenemos a Irán que es otra dictadura que está detrás de la guerra que comenzó en Israel.

Entonces, la guerra de Ucrania y la de Israel son diferentes pero tienen relación, son conflictos entre dictaduras y democracias. Es cierto que el gobierno de Netanyahu quiere limitar los poderes al Supremo Tribunal pero, de todos modos, es una democracia, en contraposición con Hamas que viene de una teocracia y está apoyado por Irán que también es teocracia y una dictadura. Es curioso que cuando se leen las actas de las reuniones de los alemanes y los soviéticos en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial en las que decían que el mundo liberal estaba en decadencia y las democracias estaban en decadencia y tenían que crear una nueva orden internacional y es lo que escuchamos hoy.

-¿Ve ataques a la democracia en el mundo actual?
-Sí. Otro ejemplo. Desde hace algunas semanas los Estados Unidos tiene un nuevo jefe de las Fuerzas Armadas, Charles Brown, y sabemos que Donald Trump puede retornar como presidente y él no es un defensor de la democracia liberal, él quiere subvertirla. Por eso el nuevo jefe aclaró en su primer discurso que no obedecen al presidente de los Estados Unidos, sino a la Constitución y, si existe una contradicción entre las órdenes del presidente y la Constitución, van a obedecer la Constitución.

-Usted localiza la novela en el siglo XVII y, sin embargo, describe mujeres con ideas propias, capaces de influir en política y de confrontar a Spinoza con sus propias ideas. ¿Cuál era el lugar que tenían en los Países Bajos en la época?
– Los judíos ibéricos y portugueses crearon con los neerlandeses el liberalismo y el capitalismo. Los Países Bajos eran un mundo liberal, y como tal, allí las mujeres tenían una libertad que no existía en otros países. No dirían que estaban igualadas pero sí muy cercanas al modo de vida de los hombres. A los judíos que estaban acostumbrados a la vida en la Península Ibérica más conservadora en la cual no salían a la calle sin compañía, y estaban, de algún modo, en el oscurantismo. Distinto a lo que ocurría con las neerlandesas que andaban solas, besaban a los hombres cuando querían.





FUENTE

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com