Comenzó el juicio oral a una pareja por el crimen de una joven que en junio de 2022 murió luego del estallido de las 74 cápsulas con cocaína que transportaba en su cuerpo y en el alegato de apertura del debate la fiscalía describió lo ocurrido como “una triste historia” en la que la víctima “vivió como no debía” y murió “peor aún”, dado que los imputados la trataron como a un ser inferior a un “animal”.
El debate se desarrolla desde comienzos de marzo en el Tribunal Oral Federal 2 salteño, integrado por Gabriela Elia Catalano, María Alejandra Cataldi y Domingo José Batule; y tiene en el banquillo de los acusados al remisero Andrés Ángel Gutiérrez y Jessica Nahir Figueroa, a quienes les imputan el “homicidio criminis causae” de Rosana López.
Según el informe de la Procuración General de la Nación, Figueroa también está acusado del delito de transporte de estupefacientes, tanto por el hecho del homicidio como por otro caso registrado el 2 de febrero de 2021, en la localidad salteña de Coronel Cornejo.
74 cápsulas de cocaína y un cuerpo “descartado”
“Traemos una triste historia, la de una mujer que vivió como no debía y, peor aún, murió como tampoco debía”, sostuvo en su alegato de apertura el fiscal general salteño Eduardo José Villalba, a cargo de la acusación junto a los auxiliares Mariana Gamba Cremaschi y Jorge Viltes Monier.
El fiscal explicó que los hechos que derivaron en la muerte violenta de López ocurrieron entre el 19 y 21 de junio de 2022, cuando la víctima abordó un colectivo desde Salta hacia la ciudad de Metán, donde esperaba hacer trasbordo y dirigirse a su destino final, en la provincia de Chaco.
En el interior de su cuerpo, la mujer llevaba 74 cápsulas de cocaína que había ingerido en su casa, en el barrio Solís Pizarro, en la zona oeste de la capital salteña.
“López viajaba en compañía de Figueroa, quien llevaba la voz cantante de la operación de tráfico, a su vez, dirigida desde el Estado Plurinacional de Bolivia por otros eslabones de la cadena delictiva”, señaló Villalba.
De acuerdo a la acusación, López comenzó a sentirse mal, con un fuerte dolor estomacal, dado que se había producido el estallido de algunas de las cápsulas que había ingerido y transportaba en su cuerpo, por lo que al llegar a Metán, Figueroa decidió el regreso a Salta sin llevar primero a López a un centro médico.
En el retorno, la ahora acusada se contactó con Gutiérrez -otro miembro clave de la organización-, a quien le pidió que fuera a buscarlas a la terminal de ómnibus de la capital salteña casi a la medianoche.
Para los pesquisas, tras el deceso de la víctima, los imputados hasta la ruta 26 y arrojaron el cadáver de López, que fue hallado el 22 de junio por un trabajador rural
Según el fiscal, con la ayuda de una cadena de videos extraídos de cámaras de la policía local y de una empresa privada, se determinó que la víctima fue trasladada a una “casa de seguridad” de la banda criminal, donde Figueroa, con la ayuda de otra mujer que también tenía antecedentes por narcotráfico, intentaron hacer que López evacuara la droga, aunque a esas alturas el “daño era irreversible”.
“La misma víctima se convenció de su suerte y, por ese motivo, le envió mensajes a su hija mayor para que cuidara de sus hermanos y la aconsejó para que nunca fuera a Bolivia”, indicó el informe judicial.
En ese sentido, durante la primera audiencia del debate, un policía provincial de la División Homicidios declaró como testigo y se refirió al mensaje que Figueroa le mandó a la hija de López, en el que le informaba que su madre había muerto y que “iban a tirar el cuerpo”, a lo que la joven pidió “por favor” que no hicieran eso.
“La misma víctima se convenció de su suerte y, por ese motivo, le envió mensajes a su hija mayor para que cuidara de sus hermanos y la aconsejó para que nunca fuera a Bolivia”, indicó el informe judicial.
Para los pesquisas, tras el deceso de la víctima, los imputados hasta la ruta 26 y arrojaron el cadáver de López, que fue hallado el 22 de junio por un trabajador rural.
La fiscalía remarcó que los acusados tuvieron varias chances de buscar auxilio para López y jamás lo hicieron, lo que implicó un desprecio por la vida de la víctima, de quien se deshicieron “peor que un animal”.
En ese marco, los acusadores destacaron que la causa de la muerte de López se debió al estallido de las cápsulas que había ingerido.
En tanto, Gutiérrez fue detenido primero, mientras que Figueroa se mantuvo prófuga hasta agosto pasado.