Cocineros Argentinos, uno de los programas insignia de la emisora, tenía gran cantidad de Publicidad no tradicional (PNT). Los llamados «chivos» sobre los ingredientes que se utilizan para las recetas eran el sostén principal del programa.
La conducción del canal decidió programar repeticiones y el sector comercial advirtió que eso podía causar problemas legales: el canal iba a publicitar los productos sin recibir nada a cambio de las empresas beneficiadas con la propaganda.
Rafael Di Bello, ex productor de Baby Etechecopar y actual gerente de producción, tuvo una epifanía: sugirió recortar los instantes de Cocineros Argentinos donde aparecían los PNT.
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Los editores de video lo intentaron durante días de trabajo sin dormir pero cayeron en cuenta de que terminaban interrumpiendo las recetas. Los pucheros, matambres arrollados y pociones que preparaban los cocineros federales se tornaban incomprensibles con tanto recorte. Cualquier cocinero conoce los riesgos de explicar una receta a medias.
El principal problema se dio con la sal, que aparece en todas las escenas porque siempre está sobre la mesa. También había problemas con la música que suena a lo largo del programa: por culpa de los retazos quedaba la sensación de estar escuchando un disco rayado.
Por eso tras un debate extenuante, los funcionarios decidieron dejar las retransmisiones tal como estaban aunque el canal no reciba ni un centavo por los «chivos».
