El Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de Brasil, decidió este martes conceder la libertad provisional a 102 acusados de participar en el intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado 8 de enero, cuando simpatizantes del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron la sede de los poderes públicos en Brasilia en reclamo de una intervención militar.
La decisión fue tomada por el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, quien brindó este beneficio a más de un centenar de imputados, cuya implicancia consideró menos grave, según informó la estatal Agencia Brasil.
En consecuencia, estas personas podrán responder al proceso desde sus respectivos estados y la prisión preventiva será sustituida por otras medidas cautelares, como la suspensión del pasaporte, el uso de tobilleras electrónicas, la prohibición de usar las redes sociales y de comunicarse con otros investigados, y la presentación semanal ante un magistrado, entre otras.
El Golpe
Los actos golpistas ocurrieron una semana después de la toma de posesión de Lula y, según han confesado muchos de los detenidos, el objetivo era sembrar el caos y forzar una intervención militar para derrocar al nuevo Gobierno y declarar nulas las elecciones.
Las investigaciones están a cargo de la Policía Federal, que aún está detrás de quienes financiaron esos actos antidemocráticos, que implicaron la movilización de bolsonaristas desde diversos puntos del país hacia Brasilia.
Con esta resolución, alrededor de 800 de las 1.400 personas detenidas inicialmente por los actos golpistas del 8 de enero continúan en la cárcel, acusadas de diversos delitos, que incluyen desde amenazas y atentados contra la democracia y el Estado de derecho hasta destrucción de patrimonio público.
La libertad provisional ya había sido otorgada previamente a 516, en el marco de investigaciones que tramitan bajo secreto judicial.
El anuncio de la medida se da un día después de que De Moraes determinara que tiene competencia para juzgar a los militares acusados de algún tipo de participación en el intento de golpe, una decisión inédita porque se esperaba que fueran juzgados por los tribunales castrenses.
Bolsonaro pidió por lo presos
Bolsonaro pidió desde Estados Unidos -donde se encuentra desde el 30 de diciembre- la liberación de los presos acusados de golpismo, un reclamo que coincidió con el lanzamiento de una marca con productos con su apellido para ganar dinero entre sus seguidores.
«En Brasil todo pasó a ser fake news, atentado contra el estado de derecho; se cumplirán dos meses con 900 personas presas tratadas como terroristas, fueron detenidas sin tener ningún arma entre sus manos, están presas, son jefes de familia, señoras, madres, abuelos», sostuvo Bolsonaro en su discurso.
«No puede ser que sean tratados como terroristas», subrayó.
En su mayoría, los acusados son activistas de una ultraderecha violenta que apoyaba al expresidente y que se negó a reconocer la victoria de Lula en las elecciones de octubre pasado.