Desde las 10 de la mañana -hora italiana- de este domingo, en la Basílica y en la Plaza de San Pedro, se llevará a cabo la ceremonia con la que dará inicio oficialmente el ministerio petrino de León XIV.
Los hoteles están repletos; monjas y curas desembarcan en Fiumicino y Roma Termini en cada vuelo y en cada tren. Se estima que las calles del Vaticano, blindadas por un fuerte operativo de seguridad, recibirán a alrededor de 250 mil fieles.
Este rito, que presenciarán más de 150 delegaciones oficiales, no solo marca el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia católica, sino que también traza un puente que conecta al nuevo Papa con sus predecesores, remontándose a Pedro, primer obispo de Roma.
Antes de la misa, a las 9 de la mañana, siempre hora italiana, el Papa recorrerá en el papamóvil la Plaza de San Pedro para saludar a los congregantes. Luego descenderá a la tumba de San Pedro en las grutas vaticanas, justo debajo del altar de la Basílica, donde acompañado por los patriarcas de las Iglesias orientales rendirá homenaje al apóstol.
Tras el rito de la bendición y aspersión del agua bendita, tendrá lugar la Liturgia de la Palabra, una proclamación del Evangelio en varios idiomas -español, inglés, latín y griego- que condensa la universalidad de la Iglesia y destaca el rol de Pedro como pastor de su rebaño.
Las insignias papales serán impuestas por tres cardenales de distintas órdenes y continentes: el francés Dominique Mamberti (diáconos) entregará el palio; el congoleño Fridolin Ambongo Besungu (presbíteros) elevará una oración; y el filipino Luis Antonio Gokim Tagle (obispos) colocará el anillo del Pescador.
Al finalizar, el Papa entonará junto a los fieles el credo, seguido por la oración universal y se celebrará la comunión. s