Congresistas demócratas de Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden suspender toda colaboración en seguridad con Perú ante la respuesta represiva del Gobierno peruano a la ola de protestas iniciada el mes pasado tras la destitución del expresidente de izquierda Pedro Castillo.En una misiva enviada el lunes a la noche, el grupo de miembros de la Cámara de Representantes denunció la «violencia indiscriminada» y el «uso constante y excesivo de la fuerza» para reprimir las protestas, que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y elecciones anticipadas.
La veintena de firmantes de la carta pidieron al demócrata Biden que denuncie públicamente «las continuas violaciones de los derechos humanos» y presione al Gobierno de Perú para que respete el derecho a la legítima protesta pacífica y al debido proceso.
Casi 50 personas han muerto por hechos de violencia relacionados con las manifestaciones en Perú iniciadas el 7 de diciembre, que también exigen la liberación de Castillo, que está en prisión preventiva, y la creación de una asamblea constituyente para modificar la Constitución.
Como consecuencia de este «empeoramiento» de la situación política, los legisladores instaron a Biden a suspender temporalmente todos los fondos de asistencia para la seguridad hasta comprobar que no solo ha acabado la represión, sino que sus responsables rendirán cuentas.
La carta destacó que las protestas se han extendido hasta reclamar «cambios políticos de gran alcance», destacando que quienes participan en ellas son «peruanos de bajos ingresos e indígenas de zonas rurales», informó la agencia de noticias DPA.
La carta destacó que las protestas se han extendido hasta reclamar «cambios políticos de gran alcance», destacando que quienes participan en ellas son «peruanos de bajos ingresos e indígenas de zonas rurales»
«Las fuerzas de seguridad peruanas han respondido a las protestas, en su mayoría pacíficas, con un uso arbitrario y desproporcionado de la fuerza», puede leerse enla carta, que menciona episodios como la «incursión violenta» en la Universidad de San Marcos de Lima el 22 de enero.
«Una acción sin precedentes en la reciente historia democrática de Perú», que «subraya la urgente necesidad de una respuesta contundente por parte de Estados Unidos», agrega la carta.
La crisis repercutió en la región.
Los Gobiernos progresistas o de izquierda de Colombia, México, Chile, Bolivia, la Argentina y Honduras expresaron su preocupación por la respuesta represiva del Gobierno de Boluarte ante las manifestaciones, lo que provocó roces diplomáticos con Lima.
La Organización de Estados Americanos (OEA) volvió a llamar a las autoridades peruanas a que celebren «pronto» elecciones con observación internacional y reiteró su preocupación por el «uso excesivo de la fuerza» en la represión de las protestas.
La OEA hizo un «firme llamado a las autoridades peruanas para que aseguren la gobernabilidad e institucionalidad democrática mediante la pronta realización de elecciones generales justas, libres y transparentes, con observación electoral internacional», en una resolución emitida al cabo de una nueva sesión extraordinaria de su Consejo Permanente.