Liga Bazooka, creada por el histórico freestyler argentino Dtoke, se convirtió en apenas dos años en el evento más atractivo y refrescante de la escena de batallas de rap de habla hispana, y así lo confirma el cartelito de “entradas agotadas” con el que la competencia llegará este sábado, a las 18, nada menos que al mítico estadio porteño Luna Park.
En rigor, la Bazooka está cumpliendo sus primeros 10 años, ya que Gastón Serrano -nombre real del “Dto”- la fundó en 2014. Por esa época, el oriundo del partido bonaerense de Almirante Brown ya era la figura más importante de la creciente cultura de las batallas de freestyle en el país.
Había recorrido Argentina como organizador y competidor de eventos del “underground”, había creado la pionera Halabalusa en Claypole -antecesora del furor que vendría años después con El Quinto Escalón- y en 2013 había alcanzado lo máximo en la disciplina al conseguir tanto el campeonato nacional como el internacional de Red Bull.
Pero las batallas escritas son otra cosa, y el público todavía no estaba preparado. “Sentimos que ya están más curtidos después de tantas batallas de freestyle y haber escuchado tanto rap, haber entendido tanto de la movida, ya les es mucho más fácil digerir una batalla escrita. En el 2014 todavía era más complicado”, planteó Dtoke en charla con Somos Télam.
A diferencia de las batallas de rap improvisado, que de manera paralela a su masificación fueron adquiriendo un perfil más deportivo, las batallas de escritas podrían asemejarse más al teatro. Los “battlecats”, como se llaman a los artistas de esta disciplina, tienen meses para escribir, pulir y ensayar las intervenciones pensadas específicamente para su oponente.
En el freestyle puntúan más quienes se adapten mejor a los estímulos del momento, los que logren contraponer argumentos con coherencia en cuestión de milésimas de segundo, en fluir la base instrumental como si la conocieran de toda la vida. A menudo, esos desafíos conducen a que muchos raperos adopten técnicas y formas que saben que funcionan para los jueces y, paradójicamente, se reduce el espacio para la sorpresa.
En las escritas de la Bazooka importa la pluma y la puesta en escena. Se aprecia la variedad de estilos y narrativas. Los espectadores asisten en silencio para que logren la máxima concentración en cada uno de sus tres rounds. No hay jurado, no hay puntaje, no hay presiones por cumplir objetivos: lo que ocurre en el escenario se valora como hecho artístico.
“Hoy están con el oído mucho más entrenado para poder entender una barra, un set up de escritas, un doble o triple sentido; y es muy loco que haya pasado todo tan rápido desde que volvimos, pero también se trabajó a conciencia con lo que se quería lograr para que podamos estar llevando el evento al Luna Park”, se enorgulleció Dtoke por el vertiginoso ascenso de la Liga desde que la reeditó en 2022, que coincidió con el declive que comenzaban a mostrar los eventos de freestyle.
Ese primer regreso fue en un bar y a puertas cerradas para íntimos, aunque se procuró un muy buen registro audiovisual. Como todo en esta época, un posicionamiento digital orgánico hizo el resto. Desde ese momento, no paró de crecer.
En el Luna Park y ante una convocatoria récord para las escritas de 7.000 personas, la Bazooka ofrecerá cinco batallas internacionales. El cruce estelar será entre Chili Parker, el mejor argentino en la disciplina, y Blue One, mexicano y considerado entre los mejores escritores hispanohablantes.
Los cuatro duelos restantes serán el argentino Stuart y el chileno Teorema, dos freestylers que por su estilo poético mejor se adaptaron al formato de las escritas; el argentino Replik frente al español Jaloner; el argentino Brillante versus el chileno El Menor; y los argentinos Markitos y Big Soul.
En las horas previas al desembarco de la Liga Bazooka en el emblemático Palacio de los Deportes, Somos Télam conversó con su fundador, organizador y anfitrión sobre el presente y futuro de la competencia.
–Somos Télam (ST): Cuando comenzabas, el periodismo no se tomaba en serio a la cultura hip hop y al mundo de las batallas. Con el boom de las competencias de freestyle y lo que está pasando ahora con la Bazooka, ¿sentís que quedaron atrás esas épocas en las que se los caricaturizaba?
-Dtoke (D) : Sí, pero creo que más que por un cambio de opinión hacia lo que nosotros hacemos fue medio forzado también por el impacto masivo que tuvieron los que hoy son muchos de los referentes que nos representan en el mundo entero. La gran mayoría de ellos vienen de la cultura de las batallas, de la cultura del freestyle, del hip hop, del movimiento urbano. Casos como Ysy A, Duki, Wos, La Joaqui, Trueno, Paulo Londra, Bizarrap inclusive, todos salieron del mismo lado, entonces como que por las buenas o por las malas tuvieron que dejar de vernos como algo chistoso, gracioso, como una boludez. Uno entiende que quizá los medios tradicionales venían de otros conceptos de lo que es la música y se tuvieron que aggiornar o por lo menos aceptar lo que estaba pasando.
-ST: ¿Qué sensaciones te produce tener “sold out” en el Luna Park?
-D: Es muy gratificante que la gente nos acompañe de la forma que nos está acompañando. No es una sorpresa porque uno viene trabajando hace mucho en esto y sabe lo que se podía llegar a generar.
-ST: ¿Cuál es el norte? ¿Cuál es tu objetivo?
-D: En principio, era reflotar las escritas o empezar a generar una industria de las escritas en Argentina. Después de que Liga Bazooka empezó a reactivar todo, se empezaron a armar un montón de competencias underground en small rooms en diferentes provincias. Las que ya estaban empezaron a tomar más fuerza. Empezamos a draftear gente, a competidores que estaban en ligas under los empezamos a poner en escenarios grandes para medirlos. Muchos de ellos empezaron a demostrar sus capacidades arriba de un escenario grande con público, con artistas importantísimos viéndolos ahí a dos metros. Y la idea es esa: seguir construyendo figuras en torno a las escritas y seguir potenciando el laburo de todos los eventos.
-ST: El freestyle vive un bajón luego de años de popularidad inmensa en los que había decenas de eventos en un calendario sin respiro. ¿Es una lección que las escritas tienen que tomar en cuenta?
-D: Eso va a depender también de la cantidad de eventos que se armen independientemente de Bazooka. Nosotros tenemos una cierta regularidad que hizo que también la gente se sienta atraída por la liga, pero obviamente no es nuestra idea hacer un evento por semana.
Lo que sí que a medida que va apareciendo más cantidad de talento, nosotros debemos darle más espacio para que pueda ir desarrollándose y no solo se quede en el under. Hoy hacemos un Luna Park con los nombres más fuertes que tenemos dentro de la Liga pero son muchísimos los competidores que ya pasaron y son muchísimos los prospectos que tenemos para que ingresen. Tenemos que seguir dándole desarrollo a la gente que viene atrás porque son las futuras estrellas de las escritas.
Por ejemplo, la siguiente fecha después de esta Internacional que tenemos en el Luna va a ser una Nacional donde solamente va a haber un convocado internacional. Creemos que la gran potencia de esto se va a alcanzar cuando solamente con gente de acá de Argentina podamos explotar un evento de estas magnitudes. Creemos que tenemos la cantidad y la calidad de artistas como para hacerlo.
-ST: ¿Qué es lo que aprendió el público de las batallas de freestyle que les permite apreciar mejor las escritas ahora?
-D: Por el hecho de que esto no tenga un beat te deja apreciar la letra, te deja apreciar el discurso. Y dentro de ese discurso, obviamente los competidores lo que intentan hacer es no hacer una bajada lineal, sino que dentro de las batallas escritas existen diferentes armados de los rounds. Cada vez tiene más rosca. Muchas veces en vivo hay rimas que la gente por ahí no las entiende y después las tiene que ver en video y repetirlas para encontrar el segundo o el tercer sentido de lo que quiso decir el battlecat, el competidor.
El freestyle antes era muy lineal, las rimas eran muy básicas y fueron evolucionando. Entonces tienen el oído entrenado y hoy escuchar una batalla escrita con un doble o con un triple sentido es mucho más fácil de captar que hace 10 años, porque vienen escuchando batallas, escuchando trap, diferentes formas de rimar, formas de armar, formas de medir las letras. Y no es solamente la letra sino es cómo lo decís también, el delivery, la entrega es muy importante para poder conectar o no con el público y también son cosas que pesan arriba del escenario. La actitud, los tiempos que se toman para descargar las líneas.
-ST: ¿Cómo pensás los cruces?
-D: Es como todo: hay gente a la que le gustan las películas románticas, hay gente que le gustan las películas más de ciencia ficción, más visuales. Dentro de la Liga tenemos varias categorías que tratamos de ir segmentando y armando cruces para que todos puedan dar su máximo potencial y que la batalla tenga un sentido.
Están los que buscan una batalla más sangrienta, más punzante, más personal, con temas más hirientes; o están los que les gusta ver una batalla más poética, más reflexiva, donde se ve la capacidad intelectual que tienen a la hora de escribir, la capacidad de hacer comparaciones que ya van rozando la parte filosófica o la poética. Y así también hay otros segmentos donde quizás los competidores son muy rápidos y rapean de formas increíbles y la gente también sabe apreciar y valorar eso. Unas buenas estructuras, unas buenas métricas bien bajadas, bien entregadas. Entonces hay una variedad.
–ST: ¿Hay alguna figura que tengas pendiente poder llevar al escenario de la Bazooka?
-D: Hay muchísimos. Hay muchos de esos que son artistas que ya están consagrados y que tienen sus agendas explotadas y ya están fuera del circuito de las competencias, pero por suerte esa misma gente nos acompaña arriba del escenario como espectadores.
A mí me encantaría que Acru, por ejemplo, haga una batalla escrita, pero entiendo que él está con su música, ensayando para sus shows, haciendo sus recitales, sus giras y ya que se tome el tiempo de venir a ver el evento y compartirlo con nosotros, al igual que Duki, al igual que Trueno, al igual que muchísimos artistas que han pasado, desde ese punto a nosotros nos da muchísima fuerza y le da muchísima credibilidad a lo que estamos haciendo.