Si queremos optimizar el número de focos para iluminar a la perfección un espacio, hemos de seguir una serie de reglas que nos facilitarán la vida significativamente
Es posible que más de una vez nos hayamos encontrado ante la dificultad de combinar esa decoración que hemos procurado de forma selecta con un buen conjunto de lámparas y luminarias que nos permitan alcanzar la iluminación perfecta para eliminar la oscuridad de los lugares más inhóspitos de nuestra vivienda.
Todos los expertos en decoración conocen una serie de trucos y estrategias que podrían servir a cualquiera para alcanzar los mejores resultados incorporando el mínimo número de focos posible, ya sea porque no disponemos de suficientes tomas de luz o enchufes. El arte de la iluminación podría estar al alcance de todos si seguimos unas pautas muy sencillas que describiremos a continuación.
¿Cómo iluminar cualquier espacio por muy oscuro que nos parezca?
Tanto si hablamos de aquellas habitaciones que son perpetuamente oscuras por falta de luz natural como los baños interiores, como de las habitaciones que dan a patios interiores con una fuente de luz natural bastante limitada, siempre existe una solución. También tenemos esas habitaciones que aún disponiendo de grandes ventanales es imposible que las luces convencionales alcancen las zonas más remotas dado su tamaño.
Ya sea de una manera o de otra, es posible resolver este inconveniente tan solo incorporando las luces necesarias para iluminar durante las horas nocturnas y así dar cobertura a los espacios más sombríos.
1. El truco mejor guardado: introducir espejos
Además de la mera utilidad que ofrecen los espejos por su naturaleza, es posible que nunca te hayas fijado en este detalle: un espejo actúa como un foco de luz adicional cuando refleja la iluminación. Con cierta elegancia es posible aprovecharlo para aportar un extra de luminosidad a un espacio que aparentemente podría quedar relegado a segundo plano, como un rincón detrás de una pared sin luz directa.
Además, otra capacidad que tienen los espejos es la de ampliar el espacio de manera ficticia. Por lo tanto, la opción de combinar ciertos apliques de pared con una estructura de espejos de pared o murales podría mejorar significativamente la iluminación de cualquier habitación.
2. La pintura también cuenta
Otro detalle que suele pasarse por alto es el tipo de pintura que incluimos en nuestras habitaciones. Generalmente las versiones mate suelen ser más recomendadas por varias razones, entre las que destaca principalmente su elegancia.
Sin embargo, si elegimos una versión de pintura brillante podremos disfrutar de un efecto reflejo muy parecido al de los espejos para facilitar la iluminación en ciertas áreas que a priori resultan bastante oscuras.
3. Lámparas a lo grande
Las lamparas colgantes siempre deberían tener un tamaño proporcional al espacio total de la habitación. No hay que escatimar en este aspecto: si nos encontramos ante una habitación enorme, no es mala idea poner una lámpara enorme.
Muchos optan por poner varias lámparas ubicadas por toda la habitación, pero una buena lámpara colocada en una zona central podría resolver muchos problemas. Ya que generalmente las sombras se crean en puntos de convergencia o en zonas donde la luz directa no llega, el punto más central suele dar cobertura a todo el espacio con mayor facilidad.
4. Lámparas de arco
Aunque cada vez se usen menos, una de las mejores lamparas de pie son las de tipo arco, ya que pueden ser la solución ideal para evitar taladros y trabajos de electricidad en un domicilio que no se encuentra en fase de construcción o de reforma.
Una lámpara de arco puede conseguir exactamente el mismo efecto que una lámpara colgante y existen ciertos modelos muy elegantes que podrían encajar con cualquier tipo de estancia sin dificultad.
5. Iluminando las zonas exteriores
El error más típico cuando tratamos de eliminar zonas sombrías en el exterior es el de haber puesto ciertos obstáculos entre el foco y la zona a iluminar. Generalmente es mala idea sobrecargar cualquier espacio exterior y, de manera semejante al caso de las habitaciones grandes, poner varios focos no suele ser la solución porque con frecuencia crean áreas oscuras muy desagradables.
Por ello, como regla general, lo ideal es retirar elementos que puedan crear esas sombras y dejar lo mínimo imprescindible para dotar de funcionalidad la estancia. Los faroles para tu jardín suelen ser la mejor idea en estos casos e incluso es posible iluminar un área de paso incorporando una serie de faroles estratégicos que generen un pasillo iluminado y un ambiente agradable.
Para dar respuesta a todas estas situaciones, existen empresas como Iluminación San Martín, que disponen de soluciones para la iluminación de todo tipo de ambientes. También son adaptables a cualquier tipo de decoración con lámparas estilo vintage, de chapa e incluso versiones en madera muy apropiadas para algunos espacios.