A cinco años de haber matado a un vecino del barrio Samoré, de Villa Lugano, el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados, Christian «Pity» Álvarez, pasa sus días en un centro de rehabilitación de adicciones, hace música y sale una vez por semana para visitar a sus familiares, según contó su madre, quien dijo que desea reunirse con la mamá del músico Santiago «Chano» Moreno Charpentier, ya que ambas comparten «la misma problemática» respecto de sus hijos.«Christian está bien, haciendo un tratamiento en una comunidad como le impusieron. Hace música, lo que le permite estar contenido con algo que le gusta hacer. También extraña salir a tocar, a la gente, a su público», contó a Télam Cristina Congiú, madre del músico.
«Pity» estuvo internado hasta hace tres meses en la institución terapéutica Solar Colonial, ubicada en la localidad bonaerense de Castelar, aunque luego fue trasladado a otro centro, donde -según su madre- «está contenido», ya que se trata de un lugar «muy familiar, donde recibe visitas y de donde puede salir una vez por semana para estar con su familia». Allí, el 28 de junio pasado, celebró su cumpleaños número 51.
El exlíder de Intoxicados y Viejas Locas está procesado por el crimen de Cristian Maximiliano Díaz (36), alias «Gringo», cometido el 12 de junio de 2018 en el complejo de edificios del barrio Samoré, de Villa Lugano, al sur de la ciudad de Buenos Aires.
La decisión de la Justicia
En marzo de este año, los jueces Juan Martín Ramos Padilla, Gustavo Goerner y Hugo Navarro, que conforman el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 29 porteño que debía juzgar a Álvarez, hicieron lugar a la suspensión del debate oral al considerar que «Pity» no se encuentra en condiciones psíquicas de afrontar el proceso.Por otra parte, en el mismo fallo -al que tuvo acceso Télam- los jueces ordenaron el cese del arresto domiciliario del músico y que se le retire la tobillera electrónica que le fue provista para controlar su atención médica en el tratamiento por sus adicciones en una clínica.
También se dispuso la intervención del Juzgado Nacional en lo Civil 4 de Morón «ante la posibilidad de que, eventualmente, sea necesario disponer su internación involuntaria en un dispositivo adecuado para afrontar su cuadro de salud mental».
Los magistrados ordenaron que Álvarez Congiu sea sometido a informes trimestrales para conocer la evolución de su estado de salud y establecer si en algún momento está en condiciones de ser juzgado por el delito de «homicidio simple», que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el último informe del Cuerpo Médico Forense incorporado a la causa fue hace más de tres meses, por lo que se espera que tras la feria judicial se realice uno nuevo.
La internación del músico
Con respecto al estado físico de «Pity», su madre dijo que a sus adicciones sumó un grado severo de diabetes durante la pandemia de 2020, lo que obligó a internarlo en la terapia intensiva del hospital Dr. Antranik Eurnekian, de Ezeiza.
«Cuando ingresó en el Prisma (Programa Integral de Salud Mental del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza) pasó situaciones límite porque no podíamos acceder al lugar. En nueve meses que estuvo allí hizo que le explotara la diabetes. Tuvo que ser internado con casi 800 de glucosa en sangre», recordó Congiú, quien añadió que en la actualidad «Pity» se encuentra tratado con medicación.
En tanto, la mujer destacó el trabajo de Marina Charpentier, madre de Santiago «Chano» Moreno Charpentier, líder de «Tan Biónica», en su lucha contra las adicciones que hizo visible luego de que su hijo recibiera un disparo en el abdomen de parte de un policía durante un presunto brote psicótico que sufrió en julio del 2021.
«Una vez intentaron contactarme con Marina y no se pudo en ese momento. Me encantaría, sufrimos el mismo problema. Es una problemática, no sé si de este país o en todos lados, que dejan librados (a los adictos) a la buena de Dios. Las familias no tienen contención. Yo tengo ayuda a pesar de estar sola, ya que el padre de Christian falleció hace años, pero hay madres solas», resaltó Cristina.
Para la mujer, «la droga no viene sola, alguien la puso, no es que te la encontrás en la calle, sino que es un gran negocio para unos pocos».
En tanto, al ser consultada por Télam sobre la posibilidad de contactarse con la mamá de «Pity», la madre de «Chano», se puso a disposición de Cristina y le comunicó los días y horarios en los que puede asistir a reuniones «con un grupo amoroso que le va a hacer muy bien».
Por último, Congiú sostuvo que «Pity» continúa en contacto con su hija, por lo que espera las vacaciones de invierno para que ella lo visite en el centro terapéutico.
El crimen del Barrio Samoré
El crimen por el que el cantante, guitarrista y compositor del tema «Todo sigue igual» de Viejas Locas está acusado ocurrió el 12 de julio de 2018 frente a la Torre 12 B del barrio Samoré, en Dellepiane Sur y avenida Escalada, de Villa Lugano.
De acuerdo con los investigadores, Álvarez salió de allí junto a su novia y de repente se acercó a ellos Díaz, alias «Gringo», un conocido del barrio con quien comenzó a discutir.
Según la acusación, esa discusión fue porque la víctima le recriminó a «Pity» andar diciendo que él le había robado unas pertenencias de una mochila.
Testigos afirmaron que Díaz empujó e intentó pegarle al músico, momento en que éste extrajo una pistola calibre .25 y le efectuó un primer tiro en la cara y luego lo remató de otros tres.
Poco después, «Pity» Álvarez abordó con su novia un Volkswagen Polo y a los pocos metros le pidió a la joven que arrojara la pistola en una alcantarilla, tras lo cual, ambos fueron al local bailable «Pinar de Rocha» de Ramos Mejía.
El músico estuvo casi un día prófugo, hasta que el 13 de julio de 2018 se entregó en la comisaría 52, único momento en el que se refirió al hecho cuando le dijo a la prensa: «Lo maté porque era él o yo. Y creo que cualquier animal haría lo mismo».
Tras estar detenido en el Prisma del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, un informe del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional y de los peritos de la Defensoría General de la Nación indicó que el acusado no se encontraba en condiciones de afrontar la realización del debate.
En el informe pericial, los expertos establecieron que padece «un cuadro de deterioro psico orgánico compatible con un trastorno cognitivo mayor» y que también que presenta «un cuadro de trastorno depresivo, con intensa anhedonia (incapacidad para sentir placer) y apatía», y que su capacidad para pensar «se halla marcadamente dañada».
Como conclusión, los especialistas indicaron que la capacidad de comprensión de lo que significa estar en proceso «se encuentra francamente disminuida y la posibilidad del ejercicio de su defensa está dañada y menoscabada».