Natalia Hurst descubrió que amaba cantar a tan temprana edad que se integró al Coro de Niños del Teatro Colón. Sus grandes amigos provienen de esa época.En 2001 decidió probar suerte en Europa y se instaló en Roma sin embargo no logró insertarse en el circuito cultural de la capital italiana. Entonces, por invitación de una amiga de aquel coro emblemático del teatro argentino, se trasladó a la capital austríaca. donde logró estudiar con una gran profesora y luego en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Viena, de la que la soprano argentina egresó con honores.
Desde entonces Hurst vive en Viena donde en 2016 dio a conocer su álbum debut, “Lieder der Unterwelt” (“Canciones del Innframundo”) que incluye obras de Arnold Schönberg, Hugo Wolf y Kurt Weill; además es una asidua participante del Festival de Música de Salzburgo, que se celebra cada año en la ciudad austríaca que vio nacer a Wolfgang Amadeus Mozart.
Pero además de dedicarse al “belcanto” Natalia también allí llevó su militancia por la igualdad de derechos y la reivindicación de todas las feminidades al punto que fundó la filial de Ni Una Menos en Viena e impulsó un proyecto para que el trazado urbano de la ciudad tenga una plaza con ese nombre que recuerde a las vienesas víctimas de femicidio.
“Nunca quise concursar para un puesto fijo en un teatro o elenco porque me gusta viajar y presentarme en distintos escenariosy armar proyectos independientes”, confiesa mientras disfruta de un mediodía de enero en un café armado en el monasterio de Santa Catalina de Siena de San Martín al 700, en la Ciudad de Buenos Aires.
Su pasión por llevar su canto al muindo y sus ganas de ver a los afectos que le quedaron en la Argentina la trajeron al país en una estadía que duró varios meses. Así surgieron presentaciones de “Ópera Triptychon”, una obra en la que aúna la música clásica y la reflexión permanente sobre el papel que la sociedad concedió y concede a las mujeres.
El tráiler de «Ópera Triptychon»
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El espectáculo multimedia ensambla cuatro arias clásicas de “Madame Butterfly”, “Don Giovanni”, “La Flauta Mágica” y “Otello” con videos y fragmentos de películas para abordar el rol de la mujer a luz de nuevas categorías de género y del movimiento mundial de en defensa de sus derechos. Precisamente, la próxima presentación será en el espacio Hasta Trilce (Maza 177, CABA) de Almagro, el jueves 12 a las 21.
“La ópera siempre está peleando con la tradición, tiene una tensión constante con ella -explica Hurst- Es el escenario ideal para las innovaciones. Fue la primera producción que empezó a usar máquinas, que incorporó tormentas en el escenario y escenografía que se movía”. Luego apunta el eje de su propuesta: la descolonización y la problematización del lugar de la mujer.
La soprano resalta que la ópera fue el lugar donde las mujeres podían brillar y en el que encontraban un espacio de prestigio social y apunta que “siempre hubo una semilla de rebeldía en el género” y que ciertos textos que se tildan de machistas quizás no fueron leídos como denuncias. Sin embargo, desde hace tiempo viene investigando sobre la participación femenina en la composición. Hasta ahora encontró dos nombres: Maria Antonia Walpurgis de Baviera, una princesa que escribió la ópera «Talestri, reina de las amazonas», y la veneciana Barbara Strozzi.
A partir de estas indagaciones la soprano argentina comenzó a interesarse por el feminismo y lo hizo mucho más aún cuando las mujeres ganaron las calles en 20215. cuando decenas de miles salieron a reclamar por su vida y la de sus pares.
“Yo no estaba tan imbuida en el tema pero una no puede quedarse muda frente a esa realidad. Así que hice «Se dice de mí», un programa autogestionado en Youtube en el que entrevisté a mujeres que hacían trabajo social y profesional, para visibilizar su tarea. Y en 2016 estuve seis meses en Buenos Aires y participé dal encuentro de Mujeres de Rosario en el cual seguí haciendo entrevistas”, recuerda y manifiesta su emoción por aquella marea violeta que crecía en la Argentina. “Una movilización semejante en Austria es inaudita. En Europa son utopías cosas que en Latinoamérica son realidades”, admite
«Muchacho» (tango de Celedonio Flores en la voz de Natalia Hurst)
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Fue entonces cuando con un grupo de compañeras, austríacas o inmigrantes como ella, decidió impulsar la filial vienesa de Ni Una Menos. “Fue en un lugar donde ayudaban a las mujeres inmigrantes, y les daban cursos. Nos dieron un espacio para dar charlas y talleres sobre femicidios y visibilizar el tema. Después nos reunimos con otras organizaciones que propusieron hacer una marcha cada vez que hubiese un femicidio en Austria. Nunca se creó un grupo grande pero sí grupos más chicos que se juntaban por distintas causas, entre ellas, imponer la categoría de femicidio a los crímenes cometidos contra las mujeres”, resume.
Luego cuenta el mayor logro de la organización: “En 2022 un grupo de concejalas del Partido Verde nos vinieron a proponer la creación de una plaza Ni Una Menos en Viena para recordar a las mujeres asesinadas en la ciudad. Entonces juntamos más de 500 firmas y me tocó ir a argumentar al Parlamento en favor de la causa. Elegimos pedir que la Ni Una Menos Platz se ubicase frente a un quiosco en el que atendía una chica muy querida por el barrio que fue prendida fuego por su novio y murió a las pocas semanas”, sintetiza y avisa que el proyecto podría ser aprobado en 2023.
En esa línea de revindicación de las feminidades y lucha contra la violencia patriarcal Hurst comenzó a presentar en 2018 algo que le gusta definir como “performance”, centrado en el personaje de Pamina de “La flauta mágica” de Mozart, que es víctima de violencia psicológica.
Ese fue el germen de “Opera Triptychon, una historia de cuarentena”, un proyecto autogestivo en la que retoma aquel personaje maltratado y le suma a “Madame Butterfly”, una adolescente de quince años seducida y abandonada por un oficial de la Armada que ocupó su país;, a Zerlina, sometida a los castigos de Massetto en “Don Giovanni”, y a la desdichada Desdémona, asesinada por el celoso “Otelo”.
Junto a la música original de Mozart, Puccini y Verdi, el espectáculo tiene animación digital de Leonardo Pantuso, escenografía 3D de Dasein Team Diseño, y coreografía de Gisela Elisa Heredia, artistas argentinos residentes en Europa.
«Una voce poco fa» (de Rossini)
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“Me gusta definirlo como un poema para soprano y pantalla, en el que reflexionamos sobre la violencia de género, el colonialismo y el feminismo”, sintetiza la artista que en plena pandemia estrenó la obra por streaming en Viena el 25 de noviembre de 2020, a raíz de las restricciones impuestas por la pandemia; la restrenó en el Centro Cultural San Martín de la Ciudad de Buenos Aires de modo presencial en marzo de 2021;y realizó dos presentaciones como inauguracion de la Sala Tacec del Teatro Argentino de La Plata en noviembre de 2022.
Este jueves 12 la llevará a la sala Hasta Trice y, como sucedió en las últimas funciones, habrá un debate posterior moderado por la escritora Virginia Feinmann donde se planteará la posibilidad de repensar a los clásicos.
Pero la actividad de la soprano trotamundos no se detiene ya que durante 2023 su “Ópera Triptychon”, que se realizó con el apoyo de una beca para artistas en Viena, llegará a la Casa Internacional de las Mujeres de Roma y a otros lugares en una agenda que está en construcción.
Hurst también tiene otro espectáculo que ensambla la música clásica y el tango. Pero siempre llevando su arte y su militancia a todos los rincones y a todos los públicos.