Con una nutrida concurrencia y la presencia de editoriales y escritores de todo el país, la 21° Feria del Libro de La Rioja, una de las más importantes del país, renovaba por estos días la pasión por la lectura y la escritura en el céntrico Paseo Cultural Castro Barros, bajo el lema “Democracia Siempre”, con motivo del 40 aniversario de democracia ininterrumpida en Argentina.Más de 80 expositores entre editoriales, entidades públicas y tiendas de libros, se distribuyen por la Nave Central del Paseo donde cada noche cierra la jornada con números musicales y teatrales y cuyo cierre, el 15 de julio próximo, estará a cargo de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale.
Al intenso movimiento que la feria imprimirá hasta el sábado al lugar -con actividades para niños y una vasta oferta gastronómica de cara al receso escolar que en la fecha comenzó en la provincia- se suma el Patio de las Artes del Paseo el Café Literario y Tienda de Libros Riojanos, un moderno edificio que alberga todo el catálogo de autores locales para que el público pueda acceder a ellos mientras disfruta de la gastronomía y cafetería que ofrece el lugar.
“Era una deuda que teníamos desde nuestro Ministerio de Turismo y Culturas, ya que aquí en el Paseo no había un espacio destinado a los libros y a los escritores de nuestra provincia”, dice a Télam el ministro Gustavo Luna, anfitrión de la Feria del Libro organizada por la Secretaría de Cultura que encabeza Patricia Herrera.
Una Feria más allá de sí misma
A sólo dos cuadras de la plaza principal de la capital riojana se encuentra esta manzana cultural y en sus alrededores se ubican otros espacios que también albergan charlas, presentaciones o números artísticos que forman parte del programa de la Feria, como el Museo Folklórico, el Espacio INCAA, la Casa de la Cultura o el Archivo Histórico. Y, como ya es costumbre, circulan por esos espacios y por la Feria numerosos autores, gestores culturales, artistas y visitantes ilustres que se presentan ante gran cantidad de público local y turistas que recorren las calles.
Los tres primeros días de su inauguración -el miércoles último-, miles de alumnos de casi todas las escuelas de la ciudad y departamentos vecinos visitaron la Feria para participar de los talleres, charlas y presentaciones artísticas planificadas entre junto al Ministerio de Educación, una participación que se extenderá, en el marco de las vacaciones de invierno, hasta el cierre de la feria.
Los libros y su contexto
Un dato común durante el recorrido por la Feria es que casi no existen aquellos rincones tan buscados por los amantes de las letras: las mesas de saldos o de ofertas. En líneas generales, los libros arrancan en los 3.000 pesos por ejemplar para los títulos de catálogo, mientras que las ediciones recientes de autores reconocidos comienzan desde los 7.000.
Sin contar con la presencia de conglomerados editoriales, la feria riojana se las ingenia para contar con un destacado catálogo de títulos aportados por librerías locales, entidades públicas, editoriales de la región o emprendedores que ingresan a este mercado en permanente cambio.
Desde la editorial independiente Sudestada, que desde hace varios años lleva su catálogo a la Feria, aseguran que «el público se asusta al principio con el precio de los libros, pero una vez que hace el recorrido asume que es el valor de mercado que se está manejando. La Rioja siempre nos trató muy bien, es un momento muy esperado para nosotros venir cada año».
Por su parte, Cynthia Acevedo, del sello Líneas Libros que publica sobre feminismos, educación popular y economía y trabajo social. cuenta que «la concurrencia crece año a año y las ventas son buenas, aunque podrían ser mejores; para autores como nosotros, que tenemos un campo muy específico de trabajo, esta Feria es la oportunidad de hacernos visibles y captar público interesado en nuevas temáticas, con aportes valiosos para la sociedad”.
A su vez, Noelia Romero, responsable de la librería Ciudades Invisibles, emprendimiento que en esta Feria tiene un amplio stand con álbumes de diseños exquisitos que van de los tres mil a los 15 mil pesos, asegura que “los libros se venden bien» y que, si bien esas ventas no dejan de verse «afectadas por la situación económica», quienes adquieren esos libros «saben que compran una obra de arte singular, que genera un sinnúmero de lecturas» y que «entonces repite e insiste frente al joven lector sobre su cuidado”.
De aquí y de allá
Para el escritor riojano Fernando Viano, “la Feria del Libro de La Rioja es de todos y para todos, precisamente porque en el devenir del tiempo y de las circunstancias de los últimos años en los que ha permanecido estoica, ya no pertenece a nadie. Forma parte de un acervo cultural que supera toda riojanidad, pero que sin embargo y al tiempo la sustenta, la fortalece y la multiplica».
La importancia de este evento, a su entender, reside en que «nos muestra en la diversidad de voces tal y cual somos: esa multiplicidad que se construye bajo los más estrictos conceptos de lo identitario en lo individual, trasladado hacia un colectivo que abraza, que aglutina».
En tanto que el guionista, productor, director y escritor Pedro Saborido, uno de los invitados que más risas y entusiasmo despertó en su audiencia, habló a sala llena en esta Feria sobre sus libros “Una historia de la vida en el capitalismo”, “Una historia del peronismo” y “Una historia del conurbano”.
“Son tres libros que abarcan varias cosas e ideas, pero básicamente hay un hilo conductor de todo eso que no está explicitado, pero que tiene que ver con la identidad como proclamación de existencia, soberanía personal y cultural de cada lugar, persona o espacio. Se apunta a tener una fortaleza cultural que hace que uno sea menos dependiente de otros centros de visión cultural”, dijo.
Al tiempo que Selva Almada, una de las escritoras más reconocidas de la narrativa latinoamericana actual, presente en la Feria para hablar de su producción literaria manifestó estar «muy feliz de regresar a La Rioja».
«La Feria creció muchísimo en comparación a la vez anterior que la visité, donde me tocó ser jurado del concurso de cuentos de la biblioteca. Los y las jóvenes deben aprovechar las bibliotecas que hay en esta ciudad, la Feria del Libro y las librerías lindas que tienen acá, porque para mí los libros son como una especie de salvavidas que abren la cabeza en muchos aspectos, por ende, la lectura siempre es un buen lugar donde estar”, remarcó la autora.