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El sistema político y la militancia sintieron el impacto y surfean ese estado paradojal, entre la tristeza y la esperanza, entre la parálisis y la necesidad de una reacción.
Mientras la presidenta del PJ pronunciaba su discurso después de la sentencia tan anunciada, militantes de Santa Rosa confluían en la sede del Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos, cargados de sensaciones y palabras.
Los y las asistentes coincidían en una mezcla de sensaciones entre tristeza, bronca, un poco de dolor. También destacaban que esto “puede ayudar a empezar a movernos, para salir a la calle, para empezar a militar”.
“Realmente vergonzoso, lamentable para la democracia, estamos en una situación muy grave en el país y esto empeora más todavía”, declaró uno de los participantes de la movilización en Santa Rosa.
En la sede del PJ, hubo una muchedumbre como hace años no se registraba. El gobernador Sergio Ziliotto advirtió que el ataque es a toda la democracia: “La realidad es que nuestra presidenta del PJ ha sido sacada de la cancha de la democracia”.
Además destacó que la sentencia es del “poder real”: “Siempre le hemos molestado a la derecha”.
Otro militante, peronista y cooperativo, Damián «El Mono» Bustos, expresó que hay que salir a militar: “salir a hacer lo que no venimos haciendo hace un montón entonces recogiendo esas palabras y transformando esas palabras en lucha, en organización”.
En medio de los festejos del odio que difundieron el PRO, La Libertad Avanza y la UCR, la dirigente radical María Cecilia Roigé marcó diferencias y dijo que lo que hizo la Corte no es justicia: “Si la justicia la imparten tres personajes que responden a los poderosos no es justicia, si la justicia hace a los tiempos según cronogramas electorales tampoco es justicia y si actúa patriarcalmente no hay justicia”. Y agregó: “Me gustaría que usen esta celeridad para dictar la inconstitucionalidad del decreto 70/23 y ahí pensaría si hay justicia”.