El Poder Ejecutivo aprobó este martes el nuevo Estatuto de la Policía Federal Argentina (PFA) mediante el Decreto 383/2025, en el marco de un ambicioso proceso de reforma institucional que redefine la misión de la fuerza y lanza un «programa integral de modernización».
Se trata de una suerte reconversión en algo más similar al FBI estadounidense. El punto más controversial es la habilitación para realizar ciberpatrullajes y requisas sin orden judicial.
La medida, publicada este martes en el Boletín Oficial, establece un cambio profundo en el rol operativo de la Policía Federal, que pasará a concentrarse en la investigación de delitos federales y complejos como el crimen organizado, el narcotráfico y el ciberdelito, dejando atrás su tradicional presencia en tareas de seguridad urbana, en especial dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Así las cosas, a partir de este martes, el Gobierno -a través de la Policía Federal- tiene la facultad de intervenir a partir de posteos redes sociales -por ejemplo- y no necesitará la orden de un juez para hacerlo. Incluso, puede utilizar la base de datos del Estado para ubicar a una persona.
El presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich presentaron los cambios que se establecerán para reorientar a la PFA como fuerza dedicada a la investigación y prevención de delitos complejos, bajo el modelo del FBI estadounidense.
«Hemos decidido reformar la PFA para reconvertirla en una fuerza dedicada a la investigación criminal y para eso creamos en DFI (Departamento Federal de Investigaciones) al interior de la PFA», sostuvo el mandatario, en un acto se realizó en la sede del Cuerpo de Policía Montada en el barrio porteño de Palermo.