Organizado en forma conjunta entre el Ministerio de Seguridad y el Instituto de Cultura, la Unidad Penal Nº6 fue el escenario en el que se desarrolló un nuevo concierto del programa “Música sin Barreras”. La Orquesta Sinfónica brindó así un concierto a internos y personal del lugar, quienes apreciaron un repertorio que incluyó música clásica, de películas y chamamé.
El programa “Música sin barreras” es llevado adelante en las unidades penales bajo la coordinación del secretario privado ministerial Alejandro López Desimoni. En esta ocasión también participaron internos del Centro de Contención de Menores que conforman el Coro San Cayetano, que funciona bajo el programa Coros para el Bicentenario y que se lleva adelante a cargo de la Dirección de Educación en Contextos de Privación de la Libertad.
“Estamos muy felices de poder seguir llevando distintas actividades culturales a los internos de las unidades”, expresó el titular del Servicio Penitenciario, Osvaldo de los Santos García, presente en la ocasión. El funcionario destacó cada una de las actividades que se llevan adelante para garantizar el acceso a sus derechos a quienes se encuentran privados de su libertad. “Avanzamos con la educación y actividades culturales, con talleres y formación laboral, lo que permite que hoy tengamos uno de los índices de reincidencia más bajos”, destacó.
El concierto se dividió en tres partes. Primero la actuación de la Orquesta Sinfónica. Después, la participación del coro, que cantó con el acompañamiento musical de sus profesores. La tercera parte fue un ensamble, en el que la orquesta tocó la parte instrumental de “Merceditas”, haciendo silencio cuando el coro comenzó a cantar, y cerca del final introduciendo de a uno los instrumentos, subiendo el volumen y acompañando a los coreutas hasta el final.
Para el “grand finale” la directora de la orquesta, la maestra Andrea Fusco, invitó a los presentes a sumarse al coro y a los instrumentos en la ejecución de Kilómetro 11.