Junto con la exposición prevista para abril en el Museo Nacional de Bellas Artes, la obra del maestro argentino León Ferrari se multiplica por el mundo como en la muestra colectiva «Abstracción caligráfica», que acaba de abrir sus puertas en el MoMA de Nueva York, e incluye varios de sus trabajos, así como la colección permanente de la Tate de Londres, donde se pueden ver treinta de sus ilustraciones.
En abril, finalmente llegará al Pabellón de exposiciones temporarias del Museo Nacional de Bellas Artes «León Ferrari. Recurrencias», muestra que estaba prevista para 2020 –año del centenario del nacimiento del artista–, pero debió postergarse a causa de la pandemia.
La exhibición, con curaduría de Cecilia Rabossi y Andrés Duprat, reflexiona y problematiza los temas y preocupaciones presentes a lo largo de la producción artística de Ferrari, a través de una selección de objetos, dibujos, fotocopias, videos, esculturas y cerámicas.
Esta muestra se presentará en diálogo con «Augusto Ferrari en la colección del Bellas Artes», primera exposición que el museo dedica al artista y arquitecto nacido en Italia, en la que podrán verse dos series de fotografías donadas por sus hijos, León y Susana Ferrari, en 2004.
Las muetras en el mundo
«León Ferrari. Recurrencias», exhibición que permanecerá hasta junio en el museo, estará compuesta por objetos, dibujos, fotocopias, videos, esculturas y cerámicas, la exhibición reflexiona y problematiza los temas y preocupaciones presentes a lo largo de la producción artística de Ferrari, bosquejados entre las décadas del 60 y 70, y luego revisitados en diferentes momentos de su carrera hasta el final de sus días. Aborda, a su vez, la preocupación y visión crítica del artista.«Cristo ha venido a traernos la paz», se lee en una de las 30 ilustraciones exhibidas en la muestra permanente del museo Tate Modern de Londres, extractos de periódicos y revistas que Ferrari recortaba, a veces añadía sus propios dibujos o collages, y los fotocopiaba para llamar la atención sobre los crímenes de Estado y la censura.
Imágenes religiosas, fotografías de la Escuela de Mecánica de la Armada, otras de los jerarcas militares, recortes de diarios que aluden a los desaparecidos, representaciones del infierno en la historia del arte: todo esto se suceden en las obras de Ferrari que exhibe la Tate, «un artista que ocupó un lugar central en los debates sobre arte y política en América Latina», según consigna la web del museo londinense.
«El arte no es belleza ni novedad, el arte es eficacia y perturbación», escribió Ferrari, que dedicó su trabajo a criticar al gobierno de facto argentino y a la Iglesia Católica por sus abusos contra los derechos humanos. En 1976, debió exiliarse en Brasil junto con su familia pero su hijo Ariel fue uno de los muchos desaparecidos.
Según señalan desde la Tate, los métodos de Ferrari «incluían la fotocopia, la heliografía (uno de los primeros métodos de impresión fotográfica) e Internet», como se puede ver en la sala expositiva y la polémica por sus imágenes religiosas generó que en 2004, el papa Francisco -entonces Arzobispo de Buenos Aires- calificara su arte de blasfemo.
En Nueva York, acaba de abrir sus puertas «Abstracción caligráfica», una exposición en el Museo de Arte Moderno (MoMA) que explora las posibilidades expresivas de la caligrafía en el arte abstracto de las décadas de 1950 y 1960, a través de obras de numerosos artistas, incluidos los argentinos León Ferrari y Sarah Grilo.
Titulada originalmente «Calligraphic Abstraction», la muestra que se puede visitar en la sala 404 del cuarto piso del edificio, reúne artistas procedentes de todo el mundo que recurrieron a la caligrafía en épocas de dictadura militar, obras que van desde motivos decorativos formados por palabras y textos hasta letras reorganizadas o ilegibles.
Finalmente, a fines de 2022 el Correo Argentino, con la colaboración del Centro Cultural Kirchner, lanzó dos sellos postales en homenaje a León Ferrari, por ser un artista que dedicó su vida a denunciar a través de su obra los daños y las consecuencias de la religión, las dictaduras, la guerra y la intolerancia.