El hecho intentó pasar inadvertido, pero quien conduce la auditoría del hospital Durand pudo detectar el fraude a tiempo. El martes de esta semana, Tiempo publicó un informe sobre las irregularidades denunciadas por Vilma Rebossio, jefa de División de Auditoría Medica y Control de Gestión del centro de salud de Caballito. La responsable del organismo de control del nosocomio denunció que usaron su matrícula y una firma apócrifa para justificar gastos realizados de los últimos meses, pero que esas facturas nunca pasaron por la auditoría.
El hecho tomó notoriedad pública rápidamente y tuvo una fuerte repercusión en la Legislatura porteña, razón por la cual el diputado de Unión por la Patria (UxP) Alejandro Grillo presentó una declaración de preocupación por este tema.
“Esta documentación proviene del Área de facturación del Hospital Durand, coordinada por FACOEP S.E., de la cual no tiene dependencia directa y que ha sido emitida incluso durante sus licencias, así como los sábados y domingos (días en que no trabaja habitualmente)”, señaló el legislador a Tiempo.
La FACOEP (Facturación y Cobranza de los Efectores Públicos S.E.») es una sociedad perteneciente al Gobierno de la Ciudad, creada para gestionar toda las facturas y el cobro de las prestaciones de salud en la red pública de de todo el distrito.
“El FACOEP S.E. utiliza el programa SIGHEOS, que permite incluir la matrícula y firma impresa del profesional sin autorización previa, y además aplica la misma retroactiva a la documentación en sistema, modificando la información que figuraba desde el año 2011 hasta la fecha”, aclaró Grillo en diálogo con este medio, al mismo tiempo que manifestó: “La utilización indebida de la matrícula y firma de un profesional de manera fraudulenta constituye una grave vulneración de la ética profesional y de los principios que rigen la transparencia y la integridad en el ámbito de la salud pública”.
Por último, el legislador de Unión por la Patria advirtió que “este tipo de irregularidades comprometen la integridad del sistema sanitario, poniendo en riesgo la confianza de los pacientes, la responsabilidad institucional y la legalidad de las acciones realizadas”, y fundamentó que la existencia de fallas en los sistemas de control y las posibles manipulaciones sistemáticas evidencian una problemática que requiere una pronta intervención, no sólo para sancionar responsables, sino también para fortalecer los mecanismos de control y prevención.
El vaciamiento de la auditoría
La Jefa del organismo de control del Hospital Durand, Vilma Rebossio, denunció además, que la auditoría viene padeciendo un proceso de ajuste desde hace varios meses. “Generaron un vaciamiento de mi oficina en cuanto a falta de personal y equipamiento”, alertó en la nota publicada el marte.
Asegura que ese vaciamiento, fue aprovechado para justificar el circuito de facturación que ella denunció, argumentando la imposibilidad “de mi oficina en llevar adelante el control debido de las prestaciones de pacientes internados y ambulatorios”, señaló.
La denuncia realizada por la profesional, fue enviada al Ministro de Salud porteño Fernán Quirós y al Director del Hospital Fernando González. En el documento dejó asentada el uso de matrícula médica con firma apócrifa en los anexos II del centro de salud porteño, y mal funcionamiento del sistema que utiliza FACOEP.
“Antes las facturaciones se imprimían en papel y podíamos dejar a un lado sin firmar los que detectábamos con errores de cobertura. Pero ahora con el pretexto de ‘despapelizar’ la auditoría, y como a la parte administrativa y FACOEP no les convenía que haya gente que quiera hacer bien ese trabajo, aprovecharon la situación de faltantes denunciados para que todo salga ya firmado: una delincuencia organizada”, agregó la encargada de la auditoría del Durand.