La Justicia de Irán confirmó este lunes la condena a muerte de un hombre implicado en las protestas desatadas en el país en septiembre pasado por la muerte bajo custodia policial de la joven kurdo iraní Mahsa Amini, en momentos en que la Policía restituye los controles a las mujeres por el uso del velo en los autos y las protestas superan los 100 días.«La condena a muerte de Mohammad Boroghani fue confirmada el 6 de diciembre por el Tribunal Supremo», declaró la agencia del poder judicial iraní, Mizan Online, replicó la agencia de noticias AFP.
Boroghani fue procesado por ser «moharebeh» («enemigo de Dios» en persa), un cargo punible con la muerte, y su juicio había comenzado el 29 de octubre.
Según Mizan Online, había «herido con un cuchillo a un guardia de seguridad con intención de matarlo», «sembrado el terror entre los ciudadanos» e «incendiado la sede de la gobernación en la ciudad de Pakdasht», al sureste de Teherán.
La condena a muerte de un segundo acusado, Mohammad Ghobadlou, había sido ratificada el 24 de diciembre.
Estos dos acusados ya no tienen recurso y pueden ser ejecutados en cualquier momento.
El tribunal anunció que había condenado a muerte a 11 personas por su participación en las protestas, aunque las organizaciones de derechos humanos creen que la cifra es mayor.
Entre ellos, Mehdi Mohammadifard, un manifestante de 18 años que recibió dos sentencias a pena de muerte acusado de corrupción y guerra, informó la agencia de noticias Ansa.
La corte, que además lo condenó a siete años y medio de prisión por «propaganda contra el régimen», «incitar a perturbar la seguridad del país», «insultar a la dirección» y «delitos contra la seguridad del país», le negó la posibilidad de ser defendido por un abogado.
Más temprano, la Policía iraní había anunciado la restitución de controles por el uso del hiyab (velo) de las mujeres en los autos.
«La Policía comenzó la nueva etapa del programa Nazer-1 (vigilancia en persa) en todo el país», informó a la agencia Fars un alto cargo de la Policía iraní, sobre el programa lanzado en 2020 y cuya función es advertir con un mensaje de texto a las mujeres que son detectadas sin el uso velo dentro de los automóviles.
«Se detectó la ausencia del uso de velo en su vehículo. Es necesario respetar las normas de la sociedad y no repetir este acto. Si esta acción se repite, serán aplicadas medidas legales y judiciales», dice el mensaje.
Irán se encuentra sacudido por movilizaciones desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, de 22 años, tras su arresto por supuestamente haber violado el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres.
A principios de diciembre, el fiscal general de Irán, Mohamad Jafar Montazeri, declaró que las unidades de la policía de la moral, denominadas Gasht-e Ershad («patrullas de orientación»), habían sido disueltas, pero los activistas se muestran escépticos al anuncio.
Opositores iraníes en el exilio, que piden la caída del Gobierno en Teherán, debilitado por la ola de protestas y manifestaciones que se desarrollan desde septiembre, manifestaron que el 2023 será el año de la «victoria» de los manifestantes.
«Al organizarnos, solidarizarnos, 2023 será el año de la victoria para la nación iraní. El año de la libertad y la justicia en Irán», enfatizaron los opositores, incluidas figuras destacadas en los campos de la cultura, los derechos humanos o el mundo del deporte.
Publicado simultáneamente en los perfiles sociales de cada uno de ellos, el mensaje pretende mostrar la unidad de la diáspora iraní, dividida en distintas facciones políticas desde la caída del Sha en 1979.
El texto es firmado por actrices como Zar Amir Ebrahimi, hija del caído shah Mohammad Reza Pahlavi, o el disidente que se refugió en los Estados Unidos Masih Alinejad. También figuran la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi y el exfutbolista Hamed Ali Karimi.