«El nuevo sistema de importaciones es más ágil, mejora los controles, se canaliza a través de una cuenta única y tiene fecha cierta de pago», indicó este mediodía Castagneto en un encuentro con la prensa en el que también participó la plana mayor de la AFIP.
En este sentido, se manifestó «contento con los resultados» obtenidos hasta ahora y admitió que en líneas generales no han detectado «grandes inconvenientes con respecto al accionar de las empresas».
De todas maneras, la mejora en los controles permitió fiscalizar algunas irregularidades puntuales de «empresas que importaban sin un correlato directo con la actividad que desarrollan».
El SIRA se puso en marcha el último 17 de octubre y a partir de entonces, según fuentes del organismo recaudador, fueron ingresadas «78.067 declaraciones juradas de 12.048 operadores por un total de US$ 8.265,7 millones».
Sobre el total de los operadores, un «40% corresponden a microempresas y alrededor de la mitad aún están a la espera de la aprobación de sus presentaciones» para avanzar con sus esquemas de importación.
En cuanto a la trazabilidad del sistema, se remarcó que «alrededor de 1.068 empresas presentaron cautelares de manera abusiva«, e incluso, en función de los antecedentes en materia de importación, se llegó a la conclusión de que «algunas empresas contaban con un stock para 5 años de producción».
«Cuando vemos incongruencias tales como algunos pedidos de importación con montos muy superiores al promedio de los últimos 24 meses procedemos a observarlos», subrayó el funcionario.
«El mensaje de la AFIP es claro y concreto: Es una decisión política que los dólares tienen que estar para el trabajo y la producción, y no para sobrestockearse», subrayaron desde la dependencia oficial.
Otro punto que el organismo sigue de cerca es la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones, con números que desde el 2020 rozan los US$ 633 millones – que comprende a más de 700 empresas- por importaciones eventualmente sobrefacturadas.
Fuentes de la AFIP dieron precisiones sobre cómo está funcionando el esquema para las empresas que utilizan sus propios dólares para importar.
En este caso se presentan tres variantes: las empresas que hacen circular sus propios dólares, las que reciben giros del exterior y las que envían bienes como aporte de capital.
Tras admitir que el uso de dólares propios tiene una incidencia «insignificante» en los costos, se dejó en claro que el SIRA evita la «discrecionalidad, a través de un trabajo razonable que da previsibilidad y permite ver caso por caso».
De todas formas, en la AFIP aseguran que el nuevo sistema es «perfectible» y todos los «martes y jueves se reúne un Comité que analiza eventuales modificaciones para simplificar aún más el beneficio de las empresas que apuestan a la producción y el trabajo».
Qué es el SIRA
El nuevo SIRA sustituyó al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), con el objetivo de dar un mayor ordenamiento y trazabilidad completa a las operaciones y evitar casos de sobrefacturación, uso abusivo de cautelares y otros mecanismos irregulares.El novedoso esquema dispuesto por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en conjunto con la Secretaría de Comercio, fue destacado por sectores vinculados al comercio exterior.
Toda la información del SIRA, que es un monitoreo en tiempo real, es puesta a disposición de los organismos integrantes del Régimen Nacional de Ventanilla Única de Comercio Exterior Argentino (Vucea), los cuales deberán pronunciarse en un lapso no mayor a 60 días corridos desde el registro.
Luego de que estos se pronuncien, la AFIP notificará a los importadores las novedades, y en su caso, las observaciones de estos organismos.