La fiscalía pidió este lunes formalmente en el juicio de cesura por el crimen de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado en noviembre de 2021 en La Pampa, que su madre Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigaíl Páez, ambas ya declaradas culpables, sean condenadas a prisión perpetua, mientras que la querella de la familia de la víctima añadió el pedido de la accesoria “por tiempo indeterminado”, informaron fuentes judiciales.De esta manera, y tras la audiencia de este lunes, el Tribunal de Audiencia de Santa Rosa anunció que el próximo viernes a las 12 los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora anunciarán finalmente la pena para las dos mujeres, consideradas responsables penales del crimen ocurrido el 26 de noviembre de 2021 en la capital de La Pampa.
A la audiencia concurrieron en forma presencial el fiscal general Máximo Paulucci; la fiscala Verónica Ferrero; el querellante particular José Mario Aguerrido -en representación del padre de Lucio, Christian Dupuy, quien también asistió-; las asesoras de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara y María Gabriela Manera; y personal de la Oficina Judicial.
En cambio, la defensora oficial María Silvina Blanco Gómez, el defensor oficial Pablo De Biasi y las imputadas participaron a distancia desde San Luis, donde Espósito Valenti y Páez permanecen detenidas.
La fiscal Ferrero pidió que las dos acusadas sean condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé solamente esa pena.
La fiscal Ferrero pidió que las dos acusadas sean condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé solamente esa pena
El abogado Aguerrido, que representa a la familia Dupuy, adhirió al planteo del Ministerio Público Fiscal, pero le añadió el requerimiento de que la pena sea de reclusión por tiempo indeterminado, una alternativa que prevé el artículo 52 del Código Penal, en relación con el 80 que contempla el homicidio agravado.
Lo fundó, entre otras razones, en la extensión del daño provocado a “un chico absolutamente vulnerable”, agregando que la muerte de Lucio fue el final de un proceso de maltrato infantil.
Por su parte, la defensora oficial Blanco Gómez le pidió al Tribunal que cuantifique la pena que le correspondería a Páez, por entender que si se aplicase la prisión perpetua –con las normas vigentes hoy en el país– “solo saldrá de la cárcel con su muerte, ya que actualmente la pena perpetua es material y literalmente perpetua”.
Además solicitó que esa cuantificación sea la mínima por la carencia de antecedentes penales y la edad de la imputada (28 años); y afirmó que la Corte Suprema ya fijó la inconstitucionalidad de la reclusión por tiempo indeterminado.
Por último, el defensor oficial De Biasi, al hablar por Espósito Valenti, brindó argumentos similares y requirió que se le fije “una pena en años”, con lo que coincidió en que “la prisión perpetua que establece el Código Penal es inconstitucional” ya que “los tratados internacionales impiden la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes”.
Antes de que la presidenta del tribunal anunciara que el viernes se conocerán las penas que recibirán Espósito Valenti y Páez, la jueza Ongaro les preguntó a las imputadas si alguna quería hablar y ambas, a través de sus defensores, respondieron que no.
Este lunes a la mañana, antes del inicio de la audiencia, el abuelo de Lucio pidió que espera que ambas condenadas sean separadas en su lugar de detención.
“Pediremos no haya beneficios y que sean separadas urgente. Me molesta mucho porque no deberían estar juntas. Estuvimos todo el año pidiendo nosotros que sean separadas”, dijo Ramón Dupuy esta mañana al canal Crónica TV.
“Yo siempre digo que a Lucio no me lo mataron hace un año y dos meses y días, me lo mataron ayer. Nosotros vivimos con el mismo dolor, la herida está latente y no se va a cerrar nunca. Estamos tratando de sobrellevarlo”, agregó.
El 2 de febrero pasado, el Tribunal de Audiencia de la capital pampeana determinó que la madre de Lucio fue responsable del «homicidio triplemente agravado por vínculo, alevosía y ensañamiento» de su hijo.
Mientras que a Páez le atribuyeron el mismo delito y también el de «abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado».
Lucio (5) fue asesinado el 26 de noviembre de 2021 en la casa de la calle Allan Kardec al 2300 de Santa Rosa, donde vivía con la madre y su pareja.
La Justicia pudo establecer que a las 17.32 se lo vio a Lucio vivo por última vez y que entre esa hora y las 19.40, cuando ambas imputadas salieron solas del departamento, Lucio fue golpeado brutalmente.
A su vez, Páez llevó en moto a su novia al trabajo de moza en el restaurante de un hotel de la capital pampeana y volvió sola a las 20.49, cuando intentó reanimar al niño y lo metió bajó la ducha.
A las 21.30, Páez salió con Lucio en brazos para el centro asistencial del barrio Río Atuel, anexo al departamento, pero estaba cerrado.
En ese momento el niño fue asistido por vecinos y finalmente lo trasladaron al Hospital Evita, donde a las 21.45 se constató que ya estaba muerto.
Para el tribunal, las dos mujeres participaron de la golpiza mortal y el nene recibió puñetazos, patadas y palazos, además de un pisotón en la espalda por parte de Páez (que se pudo determinar por la marca que dejó su zapatilla), el cual le provocó lesiones internas.
De acuerdo a los peritos, la causa de la muerte fue un edema cerebral como consecuencia de politraumatismos.