la filosofía como don en la lente de Cecilia Fiel


El miércoles 17 de diciembre se estrenó en Buenos Aires el documental “Dussel. La filosofía es un don para un mundo sin sentido” de Cecilia Fiel. Enrique Dussel (Mendoza, 1934- México 2023) es el filósofo de la liberación por antonomasia. No solamente es cofundador de la filosofía de la liberación, sino que además compuso un sistema filosófico que incluye la ética, la política y la estética. Quizás sea el último filósofo realmente sistemático. Su filosofía no es solo crítica negativa; a la crítica de la modernidad capitalista e imperial le suma una filosofía propositiva que abreva en la exterioridad de esa modernidad capitalista, una filosofía propia de América Latina.

 “Recientemente, Ramón Grosfoguel ha dicho que Dussel es nuestro Hegel pero del Sur Global”, me comenta Fiel y prosigue: “me gusta mucho esa analogía porque ubica a Dussel como nuestra piedra fundacional”. Con respeto a Grosfoguel y a Fiel, me permito disentir: Dussel es el Dussel del Tercer Mundo, no necesita analogías europeas. Hegel es el contrario de Dussel, como el mismo Dussel sugiere al comienzo de la película. Son obras de Hegel, también, las que muestra a la cámara cómo quedaron ajadas por la bomba que en 1973 le pusieron comandos paramilitares en su casa. 

Cecilia Fiel, docente de la UNA y documentalista

Ese instante del documental pone en primer plano cuánto nos ha costado históricamente conquistar la libertad del pensamiento filosófico. Al respecto, Fiel señala que “frente a tanto discurso vacío en torno a la libertad, el proyecto político de la liberación amerita hoy ser puesto nuevamente sobre la mesa, más allá de que nos digan que los discursos teológicos son algo del pasado, de lo cual a veces dudo…más aun, mirando hacia América Latina”.

Fiel llama a revalorizar el concepto dusseliano de “transmodernidad”, que es “un proyecto futuro y distinto” (y propio, agrego yo). Continúa: “la crítica dusseliana a la modernidad europea no surge del interior de la modernidad, sino que es una crítica que ya se ubica en su exterioridad pero como positividad de una tradición distinta a la moderna”.

A diferencia del pesimismo derrotista europeo tan de moda hoy, la propuesta de Dussel es una apertura a un mundo nuevo con una humanidad nueva, como querían Aimé Césaire y Frantz Fanon, lo contrario de una renuncia al futuro. Fiel desarrolla: “Dussel lo explica muy bien en Filosofía de la cultura y transmodernidad (UACM, 2015).Allí, en esa exterioridad de la modernidad, se nos abren pluriversos, modos de vida distintos al capitalista y, por supuesto, otra relación con la naturaleza. En este punto, uno de sus discípulos más cercanos a Dussel, el filósofo boliviano Juan Bautista Segalés, amplía la cuestión hacia el Abya Yala”. Estas continuaciones de la senda de Dussel hablan de la riqueza de su pensamiento: un filósofo sobre el que puede seguir elaborándose teoría no como comentario inane ni como derivación acrítica es un verdadero filósofo.

La película de Fiel es radicalmente dulce y profunda al captar el pensamiento de Dussel narrado por él mismo. La fragilidad de su cuerpo va de la mano del modo en el que sus ideas aparecen espontáneamente frente a la cámara. Fiel nos invita a ver la labor del filósofo frente a la pantalla de su computadora, rodeado de sus libros, leyendo las dedicatorias de una obra que está terminando, corrigiendo algo de su manuscrito, caminando con sus discípulos. La mirada del documental permite ver que el pensamiento filosófico es una práctica y por eso también es un documental filosófico por derecho propio.

Sin apología, sin estar de acuerdo con toda su filosofía, sin rendirles pleitesía a los íconos de nuestra filosofía, pero sí militando la importancia de la filosofía propia sobre todo en épocas de neocolonialismo y ataque a las humanidades, recomiendo que vean este documental. Sean o no de filosofía, aprenderán algo bueno al acompañar a Dussel y a Fiel en sus charlas y paseos en Ciudad de México hacia fines del año 2021.   



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