la bandera mexicana se ha convertido en un poderoso símbolo de protesta



Elizabeth Torres, de 36 años, sostenía una bandera mexicana frente al centro de detención en el centro de Los Ángeles el domingo por la mañana.

“Me siento muy orgullosa de ser estadounidense”, dijo Torres, cuyos abuelos emigraron a Estados Unidos. “Pero también debo mostrar mi apoyo a nuestros hermanos y hermanas mexicanos”.

Durante las protestas del fin de semana, las banderas mexicanas y de otros países latinoamericanos se han convertido en emblemas de protesta, lo que ha indignado a funcionarios y simpatizantes de la administración Trump.

Funcionarios de Trump han tildado a quienes ondean banderas de insurrectos y parecen asumir que no son ciudadanos estadounidenses.

Stephen Miller, un alto asesor de la Casa Blanca, criticó a “ciudadanos extranjeros que ondean banderas extranjeras, se amotinan y obstruyen a las fuerzas del orden federales que intentan expulsar a invasores extranjeros ilegales” en una publicación en redes sociales el domingo por la tarde.

Pero para muchos manifestantes que son ciudadanos estadounidenses, la bandera simboliza el orgullo por sus raíces, así como la solidaridad con los inmigrantes que están siendo deportados.

“Son hijos y nietos de inmigrantes”, dijo Chris Zepeda-Millán, profesor de estudios chicanos en la UCLA, quien ha estudiado el movimiento por los derechos de los inmigrantes en California. “No dudan de su ciudadanía ni de su pertenencia aquí, pero comprenden el trasfondo racial de los ataques contra los inmigrantes”, añadió.

“Así que la reacción es: ‘No vamos a permitir que nos hagan avergonzar del origen de nuestros padres y abuelos’”, añadió Zepeda-Millán.

El sábado por la tarde en Paramount, Eric Torres, de 30 años y sin parentesco con Elizabeth Torres, ondeó una bandera mexicana frente a agentes del sheriff con equipo antidisturbios. Torres vestía una camiseta blanca holgada y vaqueros anchos, atuendo típico de muchos chicanos en Los Ángeles.

“Vine aquí para apoyar a mi gente y mostrarles de dónde venimos”, dijo. “Mis padres son inmigrantes. La mayoría de la gente aquí tiene padres inmigrantes, así que estoy aquí para apoyarlos, para mostrarles nuestro amor”.

La aparición de banderas extranjeras en las protestas contra la inmigración no es nueva, ni tampoco lo es la indignación de quienes las consideran antiamericanas.

Pero los manifestantes en Los Ángeles también han ondeado banderas estadounidenses, como en protestas anteriores contra la represión migratoria. Y en Los Ángeles, la semana pasada, se han visto con frecuencia banderas estadounidenses fusionadas con las de otros países, como la de México o Guatemala, ondeando entre los manifestantes.

Algunas coaliciones de inmigrantes han desalentado en el pasado el ondear banderas extranjeras, por temor a que esto fomente la reacción antiinmigrante.

Pero Alfonso Gonzales Toribio, profesor de estudios étnicos en la Universidad de California, Riverside, quien ha escrito sobre los movimientos por los derechos de los inmigrantes latinos, afirmó que, en este momento, los inmigrantes se sienten atacados.

Añadió: «No creo que podamos disuadir a la gente» de ondear la bandera de su país de origen. «Les da un sentimiento de orgullo».

c.2025 The New York Times Company

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