Imagen de archivo de trasplante de corazón. EFE/Salas
La aorta es la encargada de transportar 200 millones de litros de sangre oxigenada desde el ventrículo izquierdo del corazón hacia todo el organismo, siendo la arteria más grande del sistema circulatorio.
De acuerdo con esta sociedad, la aorta asciende formando el arco aórtico, desde donde nacen arterias que llevan sangre a la cabeza, cuello y extremidades superiores. Luego, desciende como aorta torácica a través del tórax y continúa como aorta abdominal al llegar al abdomen.
En la parte inferior del abdomen, la aorta se divide en las arterias ilíacas comunes, que llevan sangre a la pelvis, las extremidades inferiores y parte de la región pélvica. Así, la aorta garantiza el suministro de oxígeno y nutrientes a todo el organismo.
Cuando se ensancha de manera anormal, se produce un aneurisma que, si estalla, da lugar a un derrame cerebral y puede provocar la muerte, según la Sociedad Interamericana de Cardiología.
Función principal
La aorta es la arteria principal del sistema circulatorio, encargada de transportar la sangre oxigenada desde el ventrículo izquierdo del corazón hacia todo el cuerpo. Actúa como vía central de distribución, llevando sangre a órganos vitales y tejidos.
Además, su estructura elástica regula la presión arterial mediante el efecto Windkessel, asegurando un flujo sanguíneo continuo incluso cuando el corazón no bombea activamente, tal y como señala la Sociedad Interamericana de Cardiología.
Enfermedades más comunes y tratamientos
Las enfermedades de la aorta pueden ser agudas o crónicas, de origen congénito o adquirido, y afectar diferentes segmentos de la arteria.
Las principales afecciones incluyen el aneurisma de aorta torácica (AAT), el aneurisma de aorta abdominal (AAA) y los síndromes aórticos agudos (SAA), cada una con características y riesgos específicos, según los expertos de la citada sociedad.
Aneurisma de aorta torácica (AAT)
En un informe de 2021, la Sociedad Interamericana de Cardiología asegura que el aneurisma es la segunda afección más común de esta arteria, después de la enfermedad aterosclerótica. Se define como una dilatación de al menos un 50 % por encima del diámetro normal.
El aneurisma de aorta torácica (AAT) crece de forma silenciosa, su diagnóstico suele ser incidental y los síntomas dependen de las estructuras comprimidas, como ronquera, disnea o disfagia.
El tratamiento puede ser quirúrgico (cirugía abierta) o mínimamente invasivo (endovascular) según el caso.
Aneurisma de Aorta Abdominal (AAA)
Tal y como señala la citada sociedad, el aneurisma de aorta abdominal (AAA) es una dilatación, común en la región infrarrenal y asociada al envejecimiento. Afecta principalmente a hombres mayores de 55 años y mujeres mayores de 70, con factores de riesgo como sexo masculino, aterosclerosis, hipertensión, dislipidemia y obesidad.
El diagnóstico suele ser incidental. La cirugía abierta se recomienda en pacientes jóvenes y la reparación endovascular (EVAR) en personas mayores o con comorbilidades.
No se aconseja intervención en casos de cáncer terminal o insuficiencia cardíaca avanzada.
Síndromes Aórticos Agudos (SAA)
Las afecciones graves de la aorta incluyen la disección aórtica (DA), el hematoma intramural (HIM), la úlcera aórtica penetrante (UAP), el pseudoaneurisma y el trauma aórtico, según la citada sociedad medica.