Juana Molina, personal voz artística de resonancia internacional, se presentará el próximo sábado desde las 19 en el porteño Parador Konex donde repondrá en directo el repertorio de su álbum debut “Rara” (1996) y repasará canciones de su trayectoria a las que, advierte, “tocarlas en vivo las hace crecer”.“En mi caso, las canciones nacen y quedan en su versión bebé en el disco. Tocarlas en vivo las hace crecer. Muchas son de crecimiento infinito, otras llegan a un lugar y se fraguan, y algunas pocas, mueren”, postula Molina acerca del modo en el que proyecta su obra tan independiente como reconocida.
Habitante de un camino alternativo desde donde se proyectó a escenarios de impacto mundial, la artista regresa a la escena nacional para ofrecer un recital que el 20 a partir de las 19 asumirá en uno de los espacios del complejo sito en Sarmiento en compañía del baterista y percusionista Diego López de Arcaute.
También allí, Juana sumará los aportes de Mariano Domínguez (bajo) y Javier Mattanó (guitarra) en pos de volver a asumir canciones del disco con el que inició su andar musical.
Durante una entrevista con Télam, Molina revela que volver a aquel cancionero iniciático “es una idea que se viene barajando desde hace mucho. y, finalmente, este año recuperé los derechos de esas canciones”.
“La salida de ese álbum –recuerda- fue muy frustrante, porque, por problemas internos del sello, quedó cajoneado y sólo unas pocas personas tuvieron acceso a él”.
Capaz de poner en perspectiva aquellos temas propios producidos por Gustavo Santaolalla en tiempos donde había alcanzado popularidad como comediante de TV, señala que “si bien es un disco muy distinto a lo que hice después -cuando empecé a creer en mí e hice lo que me pareció sin pedir opiniones – le tengo mucho cariño porque son las canciones por las que empecé a trabajar en televisión: quería poder financiar mi carrera de música”.
La intérprete y compositora, de 61 años, que a inicios de febrero será una de las animadoras de la 13° edición del Festival Mar del Pop que se celebrará en Mar del Plata y que entre sus atracciones principales también tiene a Los Brujos, Buenos Vampiros y Dum Chica, anuncia para 2024 la salida de su octava placa en solitario.
En 2003 Juana se sumó al sello independiente inglés Domino Records para reeditar sus álbumes “Segundo” (2000) y “Tres cosas” (2002) y luego editar “Son” (2006) y “Un día” (2008).
«El hecho de que después de ‘Rara’ haya descubierto el mundo de los teclados y la posibilidad de programar sonidos, fue esencialmente lo que me llevó a ese mundo más onírico y colgado que aparece a partir de ‘Segundo’.Juana Molina
Alistada después en la compañía belga Crammed Discs, su discografía se completa con «Wed 21» (2013) y «Halo» (2017), otros dos hitos en su recorrida planetaria.-¿Qué apreciás en “Rara” y cómo dialoga esa memoria con tus diferentes etapas musicales y con tu presente sonoro?
-Me gustan las canciones que si bien, como decía, no tienen nada que ver con lo que hice inmediatamente después, me parecen lindas y frescas. Hay que tener en cuenta que yo era post adolescente y las letras hablan de corazones rotos y otros temas de las relaciones amorosas. El hecho de que después de “Rara” haya descubierto el mundo de los teclados y la posibilidad de programar sonidos, fue esencialmente lo que me llevó a ese mundo más onírico y colgado que aparece a partir de “Segundo”.
-¿Te interesa hacer una suerte de balance de casi tres décadas de canciones? ¿Qué continuidades y rupturas te atraen de ese recorrido?
-Creo que en todo, desde el principio, aparece el tema de la nota pedal (una nota que se extiende en el tiempo). Es algo que desde muy chica me inspira. Siempre que hay una nota pedal surgen inmediatamente melodías desde que tengo uso de razón. Por supuesto que es algo que hacía inconscientemente, fue sólo con los años y las preguntas de los periodistas que pude armar racionalmente la historia de mi manera de componer. En “Rara” eso no está, pero estaba. En “Rara” lo que hice fue insertar partes B a la fuerza. Era muy insegura y me parecía que así como estaban, no le iban a gustar a nadie. Y eso es lo que deje de hacer en “Segundo”.
-¿Es difícil hacer conciliar esas distintas atmósferas en un mismo concierto?
-Siempre trato de que haya un hilo, un crescendo, o un decrescendo o un cambio brusco en los conciertos. cuando hacemos cambios en las listas de temas. Lo más difícil es armar una nueva para que ese ritmo que considero perfecto, se siga dando.
-¿Este formato de recital está ligado a la reedición de “Rara” o es un tipo de propuesta que te interesa seguir cultivando en vivo?
-Voy a tocar en mi formato habitual. En dúo con Diego López de Arcaute. y en un momento voy a invitar a Javier Mattanó y a Mariano Domínguez a tocar unas canciones de “Rara”. De todos modos me gusta tener distintos formatos y es importante poder tener un show sola también que es algo que me gusta mucho hacer.
-¿Cuál es el sitio que la música ocupa –para vos desde lo personal y como dadora de ese arte- en contextos tan difíciles y abrumadores como los actuales?
-Bueno, yo vivo de la música desde hace muchos años y como «dadora» siento que es importante seguir haciendo shows y conectarme quizás más con lo que hago. Me gustó lo de «dadora», porque desde hace algunos años, cuando aprendí a no pensar en el escenario y simplemente a hacer lo que fui a hacer, siento que el público se va lleno de algo lindo. Lo siento en sus caras, en las cosas que me dicen y en el aire.
-¿Qué se puede adelantar acerca de tu octavo disco solista que publicarás hacia finales de 2024?
-Como cada vez que hago un disco nuevo, lo que quiero es hacer algo bien distinto al anterior. El punto de partida es algo que nunca hice antes. En este caso es igual. y después de mucho trabajo en cada canción, hay algo que hace que puedas identificar quién lo compuso. Ese algo, soy yo.