El hecho, según los dichos de la chica identificada como Julieta, sucedió el viernes a la siesta luego de subir al vehículo que presta servicio para la firma Apipe en inmediaciones de Bolívar y Tucumán. Minutos después, cuando llegó a destino y despertó, advirtió que el chofer del auto estaba tocándole las piernas con intenciones sexuales.
La víctima reveló a los medios lo que le tocó vivir, y dijo que al momento de abordar el remis tenía sueño y decidió dormitar un poco sin imaginar todo lo que iba a pasar.
“La verdad era que estaba muy dormida y la única información que recuerdo es que era el móvil N° 352”, relató Julieta.
Asimismo, la joven descubrió luego que le habían sacado el celular. Por eso fue hasta la empresa al día siguiente para recuperar el teléfono, objeto que le fue devuelto, pero sin las aplicaciones de mensajería que habitualmente se usan en la actualidad.
Julieta comentó también que el depravado utilizó el celular para enviar mensajes a contactos que ella tiene en su lista, y en todos había lenguaje violento y sexual.
“Hoy en día ya no se puede confiar en las empresas de remises, tienen degenerados trabajando para ellos y se toman la molestia para cubrirlos”, sentenció la joven.