Italia aprueba un proyecto de US$ 15.500 millones para unir Sicilia con el continente



Un puente muy esperado y controvertido que unirá el territorio continental italiano con Sicilia superó un importante obstáculo el miércoles, lo que permitirá que empiecen las obras para el que será el puente colgante más largo del mundo, a pesar de las preocupaciones por los terremotos, el impacto ambiental y la amenaza de interferencias de la mafia.

Un comité interministerial encargado de supervisar las inversiones públicas estratégicas aprobó el proyecto de 13.500 millones de euros (15.500 millones de dólares), según informó el Ministerio de Transporte en un comunicado.

El ministro, Matteo Salvini, afirmó que el proyecto será «un acelerador para el desarrollo» en el sur de Italia.

Los trabajos preliminares podrían comenzar hacia el final del verano (boreal) y se espera que la construcción se inicie el próximo año.

El proyecto para construir un puente sobre el estrecho de Messina, que conectaría el territorio continental de Italia con la isla de Sicilia, es una iniciativa que ha estado en discusión por décadas.

De acuerdo al proyecto, será un puente colgante clásico. Con una longitud total de 3,66 kilómetros y un vano central (la distancia entre las torres) de 3,3 kilómetros, se convertiría en el puente colgante más largo del mundo. Superaría el actual récord del puente Çanakkale 1915 en Turquía.

El puente italiano contará con 3 carriles por sentido (dos para tráfico regular y uno para emergencias) y dos vías de ferrocarril. Se estima que podrá manejar un flujo de 6.000 vehículos por hora y hasta 200 trenes al día.

Las torres metálicas del puente se elevarán a una altura de 399 metros.

El proyecto enfrenta importantes desafíos y ha generado una gran polémica.

La zona del estrecho de Messina es una de las más sísmicamente activas de Europa, ya que se encuentra en la falla entre las placas tectónicas africana y euroasiática. El diseño del puente deberá ser extremadamente resistente para soportar terremotos de hasta 7.5 en la escala de Richter y vientos de hasta 300 km/h.

Los críticos argumentan que la construcción del puente causaría un grave impacto paisajístico y ambiental, afectando la vida marina y las áreas naturales circundantes.

Aunque se ha estimado un costo de alrededor de 15.500 millones de dólares, muchos temen que los costos reales superen las proyecciones iniciales.

También hay una preocupación latente sobre la posible interferencia de la mafia, que podría intentar infiltrarse en los contratos de construcción y obtener beneficios ilícitos.

El puente del estrecho de Messina unirá Torre Faro en la costa de Sicilia con Villa San Giovanni en la región de Calabria, en la Italia continental.

La idea de unir Sicilia con el continente se remonta a la época romana, pero ha sido retomada y abandonada varias veces a lo largo del tiempo.

Ha habido varios intentos de comenzar la construcción, el más reciente en 2006, pero todos fueron suspendidos. El actual gobierno de Giorgia Meloni ha reactivado el proyecto y busca llevarlo a cabo.

El consorcio encargado de la construcción se llama Eurolink, liderado por la empresa italiana WeBuild (anteriormente Impregilo), y en el que también participa la empresa española Sacyr.

Con información de Associated Press

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