Hamas acusó a Israel de intentar desbaratar el acuerdo de cese el fuego horas después que su primera fase terminara. Dijo que su decisión de cortar la ayuda era “extorsión barata, un crimen de guerra y un ataque flagrante” al acuerdo, que se concretó en enero tras más de un año de negociaciones. Ningún bando llegó a decir que el alto el fuego hubiera terminado.
La primera fase, que incluyó un aumento en la asistencia humanitaria tras meses de creciente hambre en el territorio, expiró el sábado. Las dos partes aún no han negociado la segunda fase, en que Hamas debía liberar a decenas de rehenes restantes a cambio de una retirada israelí y un alto el fuego duradero. Las conversaciones debieron haber comenzado hace un mes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, condenó la decisión de Israel como “una violación flagrante y clara del derecho humanitario” y pidió la implementación inmediata de la segunda fase.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha facilitado la liberación de rehenes y prisioneros palestinos, aseveró que el alto el fuego ha salvado innumerables vidas y que “cualquier desmoronamiento del impulso hacia adelante creado en las últimas seis semanas corre el riesgo de sumir a la gente de nuevo en la desesperación”.
Israel describió la nueva propuesta como hecha por Estados Unidos. Washington no ha emitido declaraciones al respecto y no queda claro cuándo llegará el enviado estadounidense Steve Witkoff, quien se esperaba visitara la región la semana pasada.
Presión de Netanyahu
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu señaló que bajo los acuerdos existentes Israel podría reanudar los combates luego de la primera fase si considera que las negociaciones son ineficaces.
Agregó que el alto el fuego sólo continuará si Hamas sigue liberando rehenes, y comentó a su gabinete que “no habrá almuerzos gratis”. Dijo que Israel estaba “totalmente coordinado” con el gobierno del presidente Donald Trump.
La guerra ha dejado a la mayor parte de la población de Gaza, de más de 2 millones de habitantes, dependiente de la ayuda internacional. Cientos de camiones de ayuda han entrado en Gaza cada día desde que comenzó el alto el fuego el 19 de enero, aliviando los temores de hambruna planteados por expertos internacionales.
Pero los residentes indicaron que los precios se duplicaron a medida que se difundió la noticia del cierre.
“Todo el mundo está preocupado”, observó Sayed al-Dairi en Ciudad de Gaza. “Esto no es vida”.
Fayza Nassar, en el muy destruido campamento de refugiados urbano de Jabaliya, dijo que la medida empeorará las ya terribles condiciones.
“Habrá hambruna y caos”, lamentó.
Hamas advierte sobre consecuencias para rehenes
Israel dijo que la nueva propuesta pedía extender el alto el fuego durante el Ramadán —el mes sagrado musulmán que comenzó el fin de semana— y la Pascua judía, que termina el 20 de abril.
Según esa propuesta, Hamas liberará a la mitad de los rehenes el primer día y al resto cuando se alcance un acuerdo sobre un alto el fuego permanente, según Netanyahu.
Hamas advirtió que cualquier intento de retrasar o cancelar el acuerdo de cese el fuego existente tendría “consecuencias humanitarias” para los rehenes. Reiteró que la única forma de liberarlos era implementando el acuerdo existente.
Hamas ha dicho que está dispuesto a liberar a los rehenes restantes de una sola vez en la segunda fase, pero sólo a cambio de la liberación de más prisioneros palestinos, un alto el fuego permanente y la retirada total de las fuerzas israelíes.
Un funcionario egipcio subrayó que Hamas y Egipto no aceptarán una nueva propuesta destinada a devolver a los rehenes restantes sin poner fin a la guerra. El funcionario, que no estaba autorizado para informar a los medios y habló bajo condición de anonimato, agregó que los mediadores estaban tratando de resolver la disputa.
Cese el fuego se ha visto marcado por disputas
En la primera fase de seis semanas del alto el fuego, Hamas liberó a 25 rehenes israelíes y los cadáveres de otros ocho a cambio de la liberación de casi 2.000 palestinos encarcelados por Israel, incluidos algunos que cumplían cadena perpetua por ataques mortales y otros detenidos sin cargos. Las fuerzas israelíes se retiraron de la mayor parte de Gaza e Israel permitió un aumento de la ayuda humanitaria.
La primera fase se vio empañada por disputas reiteradas.
Ataques israelíes mataron a decenas de palestinos que, según el Ejército, se habían acercado a sus fuerzas o entrado en ciertas áreas incumpliendo el alto el fuego. Israel realizó el domingo un ataque aéreo contra palestinos que según dijo estaban colocando un dispositivo explosivo en el norte de Gaza cerca de la frontera. El Ministerio de Salud de Gaza afirmó que dos hombres habían muerto y que el fuego israelí mató a otras dos personas en otros lugares .
Hamas exhibió a la mayoría de los cautivos —algunos de ellos con aspecto demacrado— ante multitudes en espectáculos públicos que Israel y Naciones Unidas calificaron de crueles y degradantes. Y al principio devolvió el conjunto equivocado de restos en lugar de los de una madre que fue asesinada en cautiverio junto con sus dos hijos pequeños.
Israel buscó restringir las celebraciones públicas por los prisioneros palestinos liberados, y algunos fueron liberados vistiendo camisetas con una Estrella de David y la frase “Nunca perdonar, nunca olvidar” en árabe. Algunas personas arrojaron sus sudaderas al suelo y las quemaron.
Israel ha sido acusado de bloquear ayuda durante toda la guerra
Israel impuso un asedio a Gaza en los primeros días de la guerra y solo lo relajó bajo presión de Estados Unidos. Las agencias de la ONU y grupos de ayuda acusaron a Israel de no facilitar suficiente ayuda durante los 15 meses de guerra.
La Corte Penal Internacional indicó que había razones para creer que Israel había utilizado “el hambre como método de guerra”, cuando emitió una orden de arresto contra Netanyahu el año pasado. La acusación también es crucial en el caso de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia, donde ha acusado a Israel de genocidio.
Israel ha negado las acusaciones y rechazado ambos procesos judiciales que considera sesgados en su contra. Israel afirma que ha permitido el paso de suficiente ayuda y culpó de las carencias a lo que dijo era la incapacidad de la ONU para distribuirla. También acusó a Hamás de desviar la ayuda.
Kenneth Roth, el exjefe de Human Rights Watch, dijo que Israel, como potencia ocupante, tiene un “deber absoluto” de facilitar la ayuda humanitaria bajo las Convenciones de Ginebra, y calificó la decisión de Israel como “una reanudación de la estrategia de hambre como crimen de guerra” que llevó a la orden de la CPI.
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamas irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron 251 rehenes. Los milicianos tienen ahora 59 rehenes, 35 de los cuales se cree que están muertos.
La ofensiva israelí ha matado a más de 48.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Señala que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. No especifica cuántos de los muertos eran combatientes.
El bombardeo y las operaciones terrestres israelíes redujeron a escombros grandes extensiones del territorio y desplazaron a aproximadamente el 90% de la población.