El homicidio de un joven trabajador gastronómico de la ciudad santafesina de Rosario que apareció baleado el fin de semana con un cartel que contenía un mensaje destinado a un narco preso, podría ser un segundo caso de crimen “al voleo”, como ocurrió en enero pasado con el artesano Lorenzo Altamirano.
Yamil Brandon Ortigoza salió el domingo a la noche de su casa para encontrarse con una chica, según le contó a un familiar antes de irse.
La familia se preocupó el lunes cuando el chico no volvía, porque debía presentarse a trabajar en una parrilla del paseo gastronómico Pellegrini de esta ciudad.
El cuerpo baleado de Ortigoza fue encontrado por vecinos del barrio Tío Rolo, alejado del domicilio del chico, y con un cartel que decía: “Nico Camino dejá de matar gente inocente”.
El fiscal que investiga el caso, Ademar Bianchini, recién pudo conocer la identidad de la víctima el lunes, cuando fue identificado en el Instituto Médico Legal (IML).
La familia buscaba al chico desde la mañana y había intentado, sin suerte, radicar una denuncia por búsqueda de paradero en la seccional policial de su barrio.
Pero como no habían transcurrido 48 horas de su desaparición, no se la tomaron, contó Silvia, tía del adolescente asesinado.
Los familiares de Ortigoza contaron a medios locales que el chico no tenía ninguna relación con los mercados ilegales del narcomenudeo.
Además de trabajar en la parrilla, realizaba unas changas en una verdulería.
La investigación
Los investigadores intentan determinar si ese crimen, uno de los siete ocurridos durante el fin de semana largo de carnaval en Rosario, se trató de otro caso de una víctima inocente empleada como “mensaje”.Pablo Nicolás Caminos, quien es mencionado en el papel que tenía el chico entre sus ropas, está preso en la cárcel de Rawson, donde cumple una condena a 24 años por dos homicidios.
El año pasado fue imputado como líder de una violenta banda narco que conducía desde la cárcel de Piñero, en Santa Fe, por lo que fue trasladado al sur del país.
Su nombre está asociado en las investigaciones judiciales –una federal y otra de la Justicia ordinaria- al jefe de la narcobanda “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, también condenado y preso.
De acuerdo con esas investigaciones, Caminos habría constituido una célula en las que se dividió el clan Cantero, líder de “Los Monos”, y que desplazó mediante homicidios y balaceras de un barrio de Rosario a los miembros de la banda enfrentada, liderada por el capo narco Esteban Alvarado.
La relación con el caso Altamirano
El caso del chico asesinado la noche del domingo de cinco disparos posee, de acuerdo con las primeras averiguaciones y los dichos de sus familiares, una posible relación con el crimen del músico y artesano Lorenzo “Jimi” Altamirano (28).
Altamirano fue secuestrado el 1 de febrero último luego de salir de un ensayo con su banda y asesinado en uno de los accesos al estadio de Newell’s Old Boys, también con un mensaje relacionado con la interna de la barrabrava de ese club.
Según los fiscales que investigan el hecho, el joven era ajeno a la barra y a las tramas narcocriminales de Rosario, por lo que se inclinan por la hipótesis de una víctima escogida “al azar”, para enviar un contundente mensaje mafioso.
Si bien la investigación del asesinato de Ortigoza recién comienza, la familia cree que se trató de otro crimen de características similares.