Turistas occidentales fueron acusados de «ofender a los dioses» por sacarse una foto sin ropa en una montaña sagrada de Malasia donde, días después, un sismo mató a 18 alpinistas
Las vacaciones se transformaron en una pesadilla luego de un juego que les costó mucho más caro de lo que podían imaginar. Todo comenzó cuando el grupo de jóvenes occidentales que se encontraba de visita en Malasia decidió subir al Monte Kinabalu, el pico más alto del país.
La caminata fue exigente, pero placentera. Una vez que llegaron a la cima, a uno se le ocurrió que podía ser muy divertido tomarse una fotografía completamente desnudos. A todos les pareció gracioso, así que lo hicieron.
Nunca previeron que se trataba de un lugar sagrado para los pueblos que habitan en la zona. Y por acción divina, o por una muy mala jugada del azar, sólo unos días después de su visita, un fuerte terremoto sacudió a la región, matando a 18 alpinistas.
En ese momento se conocieron las fotos, y los jóvenes quedaron en el ojo de la tormenta. Las autoridades locales los arrestaron por ofender un sitio sagrado y la moral pública, y uno de los principales jefes tribales les exige diez búfalos para liberarlos.
«Los turistas que enfurecieron al guardián de la montaña tienen que pagar por sus errores. Deben entregar diez búfalos machos o hembras», dijo el monje Tindarama Aman Sirom Simbuna.
Una de las jóvenes apresadas en Borneo es Eleanor Hawkins, una estudiante británica de ingeniería aeroespacial, de sólo 24 años. «Está muy angustiada. Tiene mucho miedo», contó su padre.
Por el momento no se sabe qué va a pasar con los turistas, ya que todavía no han sido llevados a los tribunales locales. Todos afrontan cargos por obscenidad, que les pueden deparar hasta tres meses de prisión.