El Ministerio de Educación a través de la directora de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, Sonnia Gracia, y el director de Educación Técnico Profesional, Jorge Aramendi, se reunieron con los directivos de escuelas especiales que ofrecen los conocidos como “Talleres Protegidos”: talleres de formación laboral para jóvenes y adultos que cuentan con alguna discapacidad.
La directora de EPJA, quien impulsa la iniciativa, considera que el hecho de que estos centros de formación puedan emitir certificaciones los pone en situación de igualdad a otros centros, y que esa igualdad es extensiva a los alumnos que se ven limitados a ingresar a otros centros por sus discapacidades.
Se trató de una reunión informativa, en la que los directores de las modalidades explicaron las intenciones de incorporar los talleres al Registro Nacional de Formación Técnico Profesional, lo que les permitiría dos cosas: permitir que los estudiantes accedan a certificación con validez nacional, y por el otro, que las instituciones educativas puedan acceder a líneas de financiamiento para equipamiento, infraestructura y desarrollo de actividades.
Los talleres que actualmente funcionan en las escuelas especiales, si bien cumplen con la formación en oficios, no cuentan con certificación. “Algunas adaptaciones en los planes de formación permitirían a los alumnos acceder a las certificaciones oficiales” señaló Gracia, al tiempo que Aramendi agregó que “con esas certificaciones, además del acceso al mundo del trabajo, se abre un abanico de posibilidades, como los programas de financiamiento de proyectos de emprendedurismo con los que cuenta la provincia”.
Aramendi explicó que la Ley de Educación Técnica comprende a los talleres de formación profesional, pero que los que funcionan en las escuelas especiales nunca habían sido contemplados para incluirse en los beneficios que esta ley y otras normativas, otorga.
Los funcionarios explicaron a los directivos los pasos que deberían seguir para enviar las propuestas, primero a la Dirección de Educación Técnico Profesional del Ministerio de Educación de la Provincia, que las remitirá a Nación, para su evaluación e inclusión en los listados aprobados.
“Se trató de una primera reunión. Nos interesa que estas ofertas de formación profesional en particular estén certificadas porque quienes asisten allí muchas veces no pueden acceder a otros centros de formación. Además, por la característica de las poblaciones que atienden, el acceso a la certificación es un igualador de oportunidades en el mundo laboral, del que, de otra manera, quedan excluidos”, destacó la directora de EPJA.
Las escuelas accedieron a los listados de las ofertas de formación certificadas, con sus objetivos y planes de trabajo, y tienen hasta marzo para trabajar sus currículas y presentarlas para su evaluación.
Aramendi aseguró que desde el organismo que conduce se les brindará el asesoramiento necesario, paso a paso, para que el objetivo pueda cumplirse.