Tras el reclamo de Talleres de Córdoba por medio de su presidente Andrés Fassi, donde buscaba que las elecciones se realicen dentro del período correspondiente y que haya espacio para un debate democrático que defina el futuro del fútbol argentino, la IGJ estuvo a favor del reclamo correspondiente.
En este contexto, el organismo liderado por Daniel Roque Vítolo, que depende de la Nación y supervisa el Registro Público de Comercio y los Registros de Asociaciones Civiles y Fundaciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, falló a favor de Fassi, generando un impacto significativo en la política del fútbol argentino.
La AFA, por su parte, tiene previsto apelar el fallo, pero los tiempos judiciales complican la posibilidad de realizar la Asamblea cuando se tenía previsto, ya que cualquier decisión tomada quedaría invalidada por la Justicia.
Hasta el momento, Tapia era el único candidato en una elección adelantada, originalmente prevista para el año próximo, lo que garantizaba su reelección.
Según informó el periodista Daniel Avellaneda en Radio Rivadavia, se designarán veedores que controlarán el procedimiento electoral de la AFA y se le prohibirá anular los descensos, además, de que Tapia no podría ser reelegido y deberían buscar otro candidato a presidente.
Además de la reelección de Tapia, otro de los puntos clave que se iba a tratar en la Asamblea era la modificación del artículo 35 del estatuto de la AFA, que regula el número de mandatos consecutivos permitidos para los miembros del Comité Ejecutivo, incluido el presidente, que actualmente, el límite es de cuatro mandatos, pero la propuesta busca extenderlo a cinco.
La controversia en la AFA había escalado a niveles inesperados tras la solicitud de Talleres de Córdoba de suspender las elecciones anticipadas, previstas para octubre de este año.
El presidente del club cordobés, el cual fue suspendido por dos años para ejercer cargos mediante el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino, había dicho que la anticipación de las elecciones —un año antes de lo que correspondía— limitaba la posibilidad de que otros clubes propongan candidatos alternativos y condenaba al fútbol argentino a la continuidad de una gestión que, en su opinión, no supo enfrentar los problemas urgentes del deporte.