hay sospechas de que no fue un accidente


Vyacheslav Leontyev, referente de la prensa en Rusia fue encontrado muerto luego de caer al vacío desde un quinto piso de un edificio ubicado en la zona oeste de Moscú. Los medios rusos confirmaron que murió tras caer desde la ventana de su departamento. Pero hay sospechas de que no se trató de un accidente. Tenía 87 años.

Su cuerpo fue encontrado frente a su edificio el sábado por la mañana. De acuerdo con las primeras versiones, el periodista se precipitó desde una altura de unos 21 metros, equivalente a un quinto o sexto piso. Por lo pronto, la policía confirmó que investiga tres hipótesis: suicidio, accidente o intervención de terceros. Aunque, sus colegas descartan un posible suicidio y calificaron su muerte como «extraña».

Un veterano redactor del periódico ruso ‘Pravda’ (La verdad), Nikolay Simakov posa junto con un cartel de Lenin en la oficina de partido comunista ruso en el centésimo aniversario del periódico. EFE

Leontyev fue director del periódico Pravda: la histórica publicación oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Lo hizo durante la decada de los ’80 y continuó al frente de su sucesora, tras la disolución de la URSS en 1991. Durante su gestión, el diario fue el principal órgano de propaganda del Partido Comunista y una de las empresas más rentables vinculadas al Comité Central.

Entre las especulaciones, el periódico oficialista Moskovsky Komsomolets señaló que la muerte «estaría vinculada con suicidio» motivado por los problemas de salud que venía acarreando Leontyev luego de que su esposa fuera hospitalizada por una caída. Según el medio que responde al Gobierno ruso, el periodista habría sufrido «dificultades cardíacas» el mismo día de su fallecimiento y «habría rechazado asistencia médica». Algo que no fue probado.

Colegas y ex compañeros de Leontyev salieron al cruce de esa versión. Andrey Malgin, un periodista ruso exiliado calificó el caso de «extraña muerte» y recordó que el editor “sabía mucho sobre el dinero del Partido”, en alusión a los fondos secretos que el Comité Central del PCUS habría manejado a través de sus empresas durante los años finales del régimen soviético.

Moscú: el edificio donde vivía Vyacheslav Leontyev.Moscú: el edificio donde vivía Vyacheslav Leontyev.

“Da la impresión de que era una especie de millonario subterráneo”, escribió Malgin en sus redes sociales, sugiriendo que Leontyev podría haber tenido acceso a información o recursos sensibles.

Oficialmente no se informó el resultado de la autopsia. Sin embargo, medios internacionales como The Times y The Moscow Times incluyeron su nombre en la lista de «muertes inexplicables» de figuras prominentes rusas desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.

Algunas de las «muertes dudosas»

Durante los últimos años hubo una serie de funcionarios, empresarios y figuras del poder ruso que aparecieron muertos en circunstancias sospechosas: caídas desde ventanas, balcones o torres de hoteles están puestos en el foco.

En casi todos los casos se habló de suicidios o accidentes. Pero, sus contextos y vínculos con el poder político alimentan sospechas de una «purga silenciosa» o simplemente de asesinatos encubiertos: «varios suicidios».

Entre los más notorios, el ocurrido en septiembre de 2022, cuando el presidente de Lukoil, Ravil Maganov cayó desde una ventana del Hospital Central de Moscú, conocido como la “clínica del Kremlin”. La empresa aseguró que falleció por una “grave enfermedad”, pero versiones policiales indicaron que sufrió un ataque cardíaco luego de la caída.

Ravil Maganov junto a Vladimir Putin, previo a su súbita muerte en 2022. Foto: AFP.Ravil Maganov junto a Vladimir Putin, previo a su súbita muerte en 2022. Foto: AFP.

Su sucesor, Vladimir Nekrasov, murió un año más tarde, por una supuesta “insuficiencia cardíaca aguda”. Ambos rechazaban la guerra con Ucrania.

Durante 2022 hubo «muertes sospechosas» en el sector energético estatal. Cuatro altos ejecutivos de Gazprom murieron en seis meses, según el medio opositor, Novaya Gazeta.

Otro caso resonante fue en marzo de 2023, cuando el vicepresidente de Lukoil Vitaly Robertus, de 54 años, fue encontrado muerto en el baño de su oficina en Moscú. Se había «ahorcado».

Vitaly Robertus fue encontrado muerto en el baño de su oficina en marzo de 2023.Vitaly Robertus fue encontrado muerto en el baño de su oficina en marzo de 2023.

Ese mismo año, Marina Yankina, encargada del financiamiento de la invasión en el Ministerio de Defensa, murió tras caer desde más de 50 metros en San Petersburgo.

El caso más simbólico quizás, es la muerte de Alexei Navalny, el principal líder opositor a Putin. El activista anticorrupción, que había sobrevivido a un envenenamiento con agente nervioso en 2020, murió el 16 de febrero de 2024 en la colonia penal ártica de Jarp, donde cumplía una condena de 19 años considerada política.

Alta conmoción en Rusia tras la muerte de Alexei Navalny, activista y líder opositor al régimen de Putin. Foto: Reuters.Alta conmoción en Rusia tras la muerte de Alexei Navalny, activista y líder opositor al régimen de Putin. Foto: Reuters.

Las autoridades rusas atribuyeron su fallecimiento a un “síndrome de muerte súbita”, pero su entorno denunció que fue víctima de aislamiento prolongado y falta de atención médica adecuada.

A fines de 2024, el exvicepresidente de la petrolera Yukos, Mikhail Rogachev, de 64 años, cayó al vacío desde el décimo piso de su departamento en Moscú.

Durante el 2025, se sumaron más muertes extrañas. En julio, el ministro de Transporte Roman Starovoyt, de 53 años, fue encontrado muerto poco después de ser despedido por Vladimir Putin. El Kremlin informó que se trató de un «suicidio» pero medios rusos señalaron que habría sido “torturado” antes de morir.

El vicepresidente de Transneft -empresa estatal que opera oleoductos- Andrey Badalov, de 62 años, también cayó en julio desde su departamento en una zona residencial de la élite moscovita.

Los medios internacionales destacan que más de una veintena de muertes con características similares ocurrieron desde febrero de 2022, coincidiendo con la escalada militar en Ucrania y el endurecimiento del régimen interno.

Varias víctimas habían expresado descontento con la conducción del Kremlin o manejaban información financiera sensible vinculada a las industrias estratégicas del país. Y aunque el Kremlin niega cualquier relación, las similitudes entre los casos y la falta de transparencia judicial alimentan las especulaciones.

En la mayoría de los incidentes no se encontraron notas de suicidio, las autopsias fueron parciales o se clasificaron como información reservada, y los medios estatales difundieron explicaciones contradictorias.

El periodista Andrey Malgin, quien vive exiliado en Italia, subrayó que la muerte de Leontyev “mantiene el patrón” de figuras con acceso a secretos del Estado que terminan muriendo en caídas o supuestos suicidios. “Las ventanas siguen abiertas en Rusia”, ironizó.

Con información de Agencias

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