El grupo islamista Hamás anunció este viernes su disposición a negociar la liberación de los rehenes que mantiene en la Franja de Gaza, en respuesta al plan de alto el fuego propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La declaración fue celebrada por la Casa Blanca como un gesto de avance hacia una «paz duradera», aunque el grupo no aceptó dos de los puntos más sensibles de la propuesta: su desarme total y la renuncia al control político sobre Gaza.
La respuesta de Hamás llegó apenas horas después de que Trump estableciera un ultimátum público, fijando como límite las 22:00 GMT del domingo (1:00 AM del lunes en Gaza) para que el grupo acepte los 20 puntos del plan o se enfrente a «un desastre». Previamente, el presidente estadounidense había endurecido el tono, amenazando con desatar «el infierno» si no había un acuerdo antes del 5 de octubre. «El movimiento anuncia su aprobación para la liberación de todos los rehenes, vivos y restos, de acuerdo con la fórmula de intercambio incluida en la propuesta del presidente Trump», afirmó Hamás en un comunicado. La organización añadió que está dispuesta a iniciar conversaciones para discutir los detalles del acuerdo.
La aceptación parcial fue interpretada por analistas como una maniobra calculada para ganar tiempo y evitar una escalada inmediata. Hamás ofreció liberar a los 48 rehenes, de los cuales se estima que unos 20 están vivos, en una etapa previa a la retirada completa de las fuerzas israelíes de la Franja. También reiteró su propuesta de conformar un gobierno tecnocrático para administrar el territorio, aunque sin ceder el control político o aceptar el desarme.
La respuesta fue vista como ambigua. Redactada con cuidado, parecía un «sí», aunque en el fondo representaba un «sí, pero». La organización evitó pronunciarse sobre buena parte del resto del plan de Trump, que incluye además del alto el fuego, una retirada gradual del Ejército israelí, elecciones supervisadas y la presencia de una misión internacional de seguridad.
La interna en Hamás también representa un desafío.