Milicianos del grupo terrorista, acompañados de combatientes de la Yihad Islámica y de las Brigadas Muyahidines, entregaron a la Cruz Roja los cadáveres en Jan Yunis (sur de Gaza), tras exponer sus ataúdes, de color negro y con los nombres de Shiri Silberman, capturada con 32 años, y sus hijos, Ariel y Kfir, en una ceremonia retransmitida en directo por la cadena Al Jazeera.
Los dispusieron sobre un escenario, bajo una pancarta donde aparecía el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu caracterizado como un vampiro, y un mensaje: «El criminal de guerra Netanyahu y su armada nazi les mataron con misiles desde aviones sionistas».
Miles de personas, incluidos muchos combatientes armados y enmascarados, observaron cómo se cargaban los ataúdes en vehículos de Cruz Roja que luego se marcharon para entregarlos a las fuerzas israelíes.
Los medios israelíes, por su parte, no transmitieron la entrega. En la plaza de rehenes en Tel Aviv, donde los israelíes se han congregado para ver la liberación de rehenes vivos, una gran pantalla mostró una recopilación de fotos y videos de Lifshitz y la familia Bibas. Algunas mostraban a Kfir riendo y a la familia vestida con disfraces de Batman.
En Israel, muchas personas se vistieron de naranja en solidaridad con la familia —una referencia al cabello rojo de los dos niños— y se escribió una popular canción infantil en su honor.
Kfir había sido el rehén más joven secuestrado del kibutz Nir Oz, a tan solo 1,5 kilómetros de la divisoria con Gaza. Tenía apenas 9 meses. Ya en noviembre de 2023, el grupo terrorista dijo que tanto él como su hermano y su mamá habían muerto en bombardeos israelíes en la Franja, algo que Israel no había podido confirmar.
Yarden Bibas, padre de los niños, había sido liberado con vida el pasado 1º de febrero, tras 16 meses en cautividad. Fue secuestrado el 7 de octubre de 2023 en su casa y separado del resto de su familia. Sus suegros, Margit y Yossi Silberman, fueron abatidos en esa misma escena.
Además de la familia argentina, Hamas entregó hoy el cuerpo del periodista y activista Oded Lifshitz (83), que ayudaba a los palestinos a llevar los enfermos de Gaza a los hospitales israelíes. También fue tomado del kibutz Nir Oz por la fuerza.
Israel busca ahora confirmar las identidades
Una comisión especial compuesta por expertos forenses, representantes de las fuerzas de seguridad y autoridades religiosas evaluarán todos los elementos disponibles para confirmar oficialmente la identidad de las víctimas. El ministerio de Salud se encargó de que no se realice ningún reconocimiento preliminar antes de llegar al Instituto Nacional de Medicina Forense de Abu Kabir.
Allí se espera una actividad de medicina forense particularmente compleja. Los expertos buscarán determinar no sólo la identidad de los cuatro; si es posible, también las causas de la muerte. Los resultados deberían publicarse unas 48 horas después, al menos en lo que respecta a la identidad.
«Nuestra prioridad es el respeto por las familias y la máxima certeza en la identificación. Haremos todo lo posible para ofrecer respuestas ciertas en el menor tiempo posible», declaró ayer Nurit Bubelil, responsable de los laboratorios del instituto.
El director del Instituto, Chen Kugel, explicó que el proceso de identificación se basará en tecnologías avanzadas, incluidas pruebas de ADN, análisis dentales y comparación de datos biométricos. «El primer examen será una exploración radiológica, seguida de una inspección forense. Si es posible, también analizaremos la estructura del diente y compararemos el ADN con muestras tomadas en el pasado», declaró.
También avisó que determinar las causas de muerte podría no ser siempre posible, especialmente si los cadáveres se encuentran en condiciones deterioradas.
«Haremos todo lo posible para suministrar a las familias respuestas claro de lo que les ocurrió a sus seres queridos», concluyó.
Un día de profundo dolor
La familia argentina se había convertido en un símbolo de la lucha y el reclamo por la liberación de los rehenes. Diversas figuras del ámbito político, mediático y cultural lanzaron tras la liberación de Yarden una campaña internacional para reclamar el regreso.
Después de la alegría de las últimas semanas, con el retorno a casa de decenas de rehenes tras un largo cautiverio en manos de Hamas, Netanyahu definió a este jueves como «un día de dolor».
«Traemos a casa a cuatro de nuestros queridos rehenes, caídos. Abrazamos a las familias y se rompe el corazón de toda una nación. Y se debe romper el corazón del mundo entero, porque aquí vemos con quién estamos tratando», lamentó.
Desde el inicio del actual alto el fuego, el pasado 19 de enero, un total de 24 rehenes fueron liberados con vida -incluidos cinco tailandeses de forma imprevista- a cambio de cientos de prisioneros y detenidos, según lo pactado.
En cuanto a los rehenes aún vivos, Hamas ya anunció que el sábado liberará a los últimos seis de los 33 de la primera fase del acuerdo: Tal Shoham, Omer Shem-Tov, Eliya Cohen, Omer Wenkert, Avera Mengistu y Hisham al-Sayed. Los primeros cuatro fueron raptados el 7 de octubre; los otros dos retenidos en Gaza desde hace más de una década.
La facción palestina, además, se declaró dispuesta a dar un paso más significativo. La nueva oferta es liberar al resto de los secuestrados en un solo intercambio durante una fase posterior del alto el fuego. Según las estimaciones, 19 militares y otros 24 rehenes siguen vivos, más una treintena que, en cambio, habrían muerto.
Los militantes liderados por Hamás secuestraron a 251 rehenes, incluidos unos 30 niños, en el ataque del siete de octubre, en el que también mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles.