La oficina del primer ministro señaló en un comunicado que había informado de la identificación a la familia del militar, de 41 años en el momento de su muerte.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, la principal organización de allegados de los cautivos, explicó que en la mañana del 7 de octubre Tal Haimi «salió a defender su comunidad» en el kibutz de Nir Yitzhak.
Murió en esos combates y los milicianos islamistas de Hamás llevaron su cuerpo a Gaza con el resto de rehenes.
Haimi era un residente de cuarta generación del kibutz Nir Yitzhak y formaba parte de su personal de emergencias. Tenía cuatro hijos, incluido uno nacido después del ataque.
Con el suyo, Hamás ha devuelto los cuerpos de 13 de los 28 rehenes que se comprometió a entregar a Israel en el marco del alto al fuego entrado en vigor el 10 de octubre.
El pacto establecía que todos los rehenes, vivos y muertos, tenían que volver a Israel como máximo el lunes 13 de octubre.
El movimiento palestino liberó a los 20 cautivos que seguían con vida pero alega dificultades logísticas para encontrar los cadáveres del resto entre las ruinas de Gaza.
Israel devolvió 150 cuerpos de palestinos a Gaza como parte del acuerdo de alto el fuego, que requería la liberación de todos los rehenes israelíes —vivos y muertos— a cambio de la liberación de más de 1.900 prisioneros palestinos y muchos cuerpos de palestinos.
Hasta ahora, solo 32 de los cuerpos devueltos han sido identificados, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El doctor Muneer al Boursh, director general del Ministerio de Salud, dijo en una publicación en redes sociales el lunes por la noche que algunos de los cuerpos habían regresado con evidencia de haber sido atados con cuerdas y grilletes de metal, vendas en los ojos, heridas profundas, abrasiones, quemaduras y extremidades aplastadas.
“Lo que ha sucedido constituye un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad”, dijo, pidiendo a las Naciones Unidas que inicie una “investigación internacional urgente e independiente”.
El Servicio de Prisiones de Israel negó que los prisioneros hubieran sido maltratados.
“Todos los reclusos son mantenidos de acuerdo con procedimientos legales, y sus derechos, incluyendo el acceso a atención médica y condiciones de vida adecuadas, son respetados por personal profesionalmente capacitado”, dijo un portavoz de los servicios penitenciarios.
Rehenes israelíes liberados de Gaza también han reportado haber sido atados con grilletes de metal y condiciones duras, incluyendo golpizas frecuentes y hambre.