La EFA Pejú Porá de Paso Tala, cercana a Perugorría en el departamento de Curuzú Cuatiá, ubicada a pocos kilómetros de la Ruta Provincial 24 y del Rio Corriente, no puede brindar clases presenciales ni albergar a los alumnos que residen periódicamente en el edificio, debido a la contaminación de las aguas de napas freáticas, que quedaron de ese modo tras las inundaciones de principios de año.
Ya van 5 meses y a pesar que la Dirección de Educación Privada tiene los reclamos, desde el Ministerio de Educación no hay respuesta sobre obras de la provisión de agua potable para que los alumnos puedan volver a las aulas.
Por ahora los docentes que concurren puntillosamente a la escuela solo tienen contacto via online con los alumnos que están residiendo en sus domicilios rurales, algunos a varios kilómetros del edificio escolar.
Los padres decidieron organizarse y trascendieron la situación a los medios debido a que la contaminación también afecta a vecinos del paraje.