Por eso, la app de mensajería propiedad de Meta incorporó funciones para bloquear el acceso a la aplicación tanto en el celular como en la versión web. Se trata de una medida de seguridad simple pero muy efectiva, especialmente útil en contextos donde se comparte el dispositivo o se deja a la vista de otras personas.
Estos mecanismos de protección se suman a una tendencia cada vez más extendida entre los usuarios: tomar control sobre su privacidad digital. La posibilidad de exigir una contraseña, una huella dactilar o reconocimiento facial para acceder a WhatsApp es una forma concreta de evitar intrusiones no deseadas.
Además, a partir de una actualización reciente, también se puede establecer una clave para acceder a WhatsApp Web desde el navegador, algo clave si se usa en computadoras compartidas. Acá, una guía completa para configurarlo.
Requisitos: Android 6 o superior y contar con sensor biométrico. Algunos modelos antiguos no son compatibles.
Además del bloqueo biométrico o por contraseña, WhatsApp tiene varias configuraciones que permiten reforzar la privacidad. Están disponibles tanto en Android como en iPhone y conviene revisarlas con atención:
Tomarse unos minutos para configurar estas opciones puede marcar una gran diferencia a la hora de proteger información personal. Y, sobre todo, contribuye a usar la aplicación con más tranquilidad.