El intrusismo profesional lo llevan a cabo personas sin formación, sin titulación y sin competencia legal, lo que supone un riesgo para los pacientes.
Es una práctica frecuente en el ámbito de la medicina estética “donde proliferan centros no sanitarios, ofertas engañosas y tratamientos invasivos realizados por profesionales no médicos o incluso por personas sin formación sanitaria alguna”, apuntan estas dos sociedades médicas en un comunicado.
Pero el intrusismo también se extiende a otras áreas, como la ginecología y obstetricia: “Hemos detectado con creciente preocupación la realización de ecografías obstétricas por parte de personal no facultativo, la indicación de tratamientos hormonales sin diagnóstico médico, o la aplicación de técnicas invasivas en el ámbito del suelo pélvico”, advierte el presidente de SEGO, el doctor Pere Brecó Torras.
Prácticas que realizan “profesionales sin la debida cualificación sanitaria, donde técnicas diagnósticas y terapéuticas reservadas a médicos están siendo ejercidas por personal no cualificado, vulnerando las leyes sanitarias y comprometiendo la salud pública”, añade.
“Durante los últimos años, hemos sido testigos de una progresiva banalización de actos médicos realizados por personas sin la formación, titulación ni competencia legal exigida”, explican desde las sociedades médicas.
Ejercer la medicina no es un acto comercial
“El ejercicio de la medicina no es un acto comercial, sino un acto científico, técnico y profundamente humano que exige años de formación académica, experiencia clínica, conocimiento riguroso de la fisiopatología humana y responsabilidad legal y ética”, advierten los médicos.
Y cuando una persona sin formación médica invade competencias que requieren diagnóstico, prescripción o intervención terapéutica, los pacientes se enfrentan a riesgos serios: efectos secundarios no controlados, errores diagnósticos, reacciones adversas, infecciones, complicaciones irreversibles… Y lo que es más grave, la pérdida de confianza en el sistema sanitario.
Las exigencias de los profesionales contra el intrusismo
La SEME y la SEGO exigen a las autoridades sanitarias y a los colegios profesionales en este manifiesto las siguientes medidas y principios contra el intrusismo:
- El cumplimiento riguroso de las regulaciones y leyes que conciernen al ejercicio de las profesiones sanitarias, que ya contempla claramente las competencias propias de cada profesión (médicos, enfermeros, odontólogos, fisioterapeutas, …).
- El cierre inmediato de centros que ofrezcan servicios sanitarios sin personal autorizado para dichos servicios.
- Campañas informativas para alertar a la población sobre los riesgos del intrusismo.
- La persecución legal del uso fraudulento de títulos, la publicidad engañosa y la usurpación de competencias
- El fortalecimiento de los principios deontológicos y el respaldo a los profesionales que denuncien estas prácticas
- Una llamada a la acción: proteger la medicina es proteger la salud
- La medicina no puede ni debe convertirse en un mercado sin control, donde el paciente sea visto como cliente y la salud como una mercancía
Además, SEME y SEGO invitan a todas las sociedades científicas, colegios médicos, autoridades sanitarias y medios de comunicación a unir sus voces en esta defensa común: “La salud no puede ponerse en manos de la improvisación, del márketing ni del oportunismo. Proteger la medicina es, en última instancia, proteger la vida”, concluyen.