Muchos bolivianos marcan que el intento de golpe de Estado de junio del año pasado -protagonizado por el general Juan José Zúñiga, hoy detenido-, alimentó los aumentos de precios y falta de combustibles que perdura hasta hoy. Eso redunda en menos transporte de larga distancia, suba de precios en pasajes, pero también en productos básicos como el pollo.
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Elecciones en Bolivia: ¿Peligra el balotaje por falta de combustible?
Este jueves a la mañana, a punto de que su camión entre al surtidor, un hombre reconoció que llevaba más de 60 horas en una fila para cargar diésel. El litro de ese hidrocarburo cuesta 3,72 pesos bolivianos (Bs), unos 50 centavos de dólar, e incluso 25 centavos al dólar blue o paralelo. “Transportamos alimentos hacia Perú. A veces llego a mi casa y a los dos días me tengo que venir a hacer la fila para cargar, da mucha bronca. A veces sufrimos las necesidades, porque no hay baños cerca”, le comentó a Clarín Maicol Fernández (35), desde su camión.
Hay otro diésel, a 8,78 Bs, poco más de un dólar oficial, pero tampoco se consigue.
Para los vehículos particulares, las filas son más cortas. Pueden ser de dos o tres horas, pero según el momento del día y la zona llegan a seis horas. Los precios por litro son similares, lo mismo que las quejas.
En una de las estaciones de servicio de la avenida 6 de marzo en El Alto, la ciudad contigua a La Paz, el camión cisterna apareció pasadas las 5.30 y aseguraban que hasta el mediodía iban a tener combustible.
Muchos ciudadanos se suman a grupos de Whatsapp que administran las estaciones de servicio y donde avisan cuando llegan los combustibles y hasta qué hora calculan que tendrán para vender.
En La Paz se redujo la cantidad de transporte privado por la falta de combustible y en ciudades del interior del país hubo protestas.
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, indicó que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) trabaja al «límite» en la provisión de combustibles y descartó que el Gobierno los esté «ocultando», como denunció en la víspera el candidato presidencial Rodrigo Paz.
Gallardo señaló que en las últimas semanas YPFB recibió desembolsos de entre 35 y 40 millones de dólares, aunque necesita más de 50 millones para garantizar el abastecimiento óptimo. Más allá de la declaración, sin candidatos de izquierda en el balotaje y después de 20 años en el poder, el Gobierno parece en retirada de la gestión y se siente en las calles de Bolivia.
Las empresas de transporte sacan menos flotas a la calle pero además aumentaron los precios a casi el doble. Los 200 Bs que puede llegar a costar un ticket entre Santa Cruz de la Sierra y La Paz, por momentos se consiguen a 280 Bs. y hasta a 400 Bs.
En las ciudades del interior del país crece un mercado ilegal de combustible. Ofrecen bidones de 20 litros de combustible a 200 Bs, unos 10 Bs por litro, cuando sale poco más de 3 Bs. Hay poblaciones donde lo ofrecen a 12 o 15 Bs el litro.
Este miércoles, Eva Copa, alcaldesa de El Alto, reconoció que compran combustible en el mercado negro, a unos 12 Bs el litro, para poder mover la flota municipal.
La falta de combustibles en medio de la campaña electoral
El tema entró de lleno en la campaña electoral y fue uno de los puntos que debatieron Rodrigo Paz Pereira y Jorge “Tuto” Quiroga el último domingo los dos candidatos que se enfrentarán en el balotaje.
Paz Pereira, que en la primera vuelta se impuso con el 32,15%, prometió que el 8 de noviembre, día de la investidura presidencial, «habrá combustible en todo el país y no más filas». Aseguró que terminará con los «contratos con falta de transparencia» en la importación de hidrocarburos.
Argumenta que Bolivia «ya tiene aprobados más de 3.500 millones de dólares en créditos» de organismos internacionales. Además, mencionó «un paquete» negociado con organismos internacionales que «puedan ser parte de ese soporte financiero», pero descartó al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Quiroga, que llegó al 26,68% en agosto, en cambio propuso acudir al FMI, e indicó que le permitirá acceder a cofinanciamientos de otros entes como Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). «Vamos a hacer préstamos baratos para tener combustibles, acabar con las colas de diésel y gasolina y en tres meses vamos a devolver los dólares en el sistema financiero para restablecer la confianza», dijo Quiroga en el debate.
Lo cierto es que el Gobierno debió salir a garantizar el combustible para que el Tribunal Supremo Electoral pueda repartir las urnas y las boletas únicas de papel en todo el país.
Bastante tarde para la gravedad de la crisis, este miércoles el Senado aprobó el proyecto de ley que autoriza la compra de combustibles de manera directa y con exención de impuestos por un lapso de 90 días.
Así, las estaciones de servicio podrán adquirir combustible de manera directa, sin intervención de la estatal petrolera, YPFB. La empresa petrolera debe comunicar con un plazo de hasta 10 días si va a poder proveer de los combustibles a las estaciones de servicio. La ley señala que las estaciones de servicio deben dar prioridad a la recepción de combustibles de YPFB, y solo cuando no reciba el suministro podrá vender la gasolina importada.
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