«Estamos enfrentando un tsunami de antisemitismo», alerta un alto funcionario de la OEA


El violento estallido de furia contra hinchas de un equipo de fútbol de Israel en Amsterdam la semana pasada encendió las alarmas a nivel internacional y mostró con crudeza que el antisemitismo sigue firme no sólo en Europa sino en gran parte del planeta.

Con el trasfondo de la guerra en la Franja de Gaza, que desató fuertes críticas contra Israel por las decenas de muertos palestinos -más de 40.000 según las autoridades de Gaza-, la sensación de odio contra los judíos se extiende de manera preocupante, alerta el responsable de la Organización de los Estados Americanos para el seguimiento y la lucha contra el antisemitismo, Fernando Lottenberg.

En una entrevista con Clarín, el experto brasileño advirtió que el ataque a golpes y proyectiles contra los seguidores del equipo Maccabi, de Tel Aviv, en el marco de un partido contra el Ajax de Países Bajos, el jueves pasado en Amsterdam, es apenas una muestra de una tendencia que crece. El repudio al sangriento incidente fue unánime por parte de gobiernos y líderes de Europa y de las Américas.

Desde Oriente Medio, a la vez, algunos gobiernos condenaron las ofensas, gritos y consignas antipalestinas que habían lanzado grupos de israelíes antes de ese partido de fútbol.

La ofensiva militar de Israel en Gaza, tras el salvaje ataque de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre de 2023, que dejó casi 1.200 muertos y 250 personas capturadas como rehenes -algunos de ellos siguen cautivos más de un año después- divide las opiniones en el mundo. Y parece alimentar un antisemitismo que sigue vivo desde hace décadas.

El Comisionado de la OEA para Monitoreo y Lucha contra Antisemitismo, Fernando Lottenberg. Foto: archivo

Aquí, un resumen del diálogo con Lottenberg.

-¿Por qué cree que el partido de fútbol entre un equipo holandés y uno de Israel se convirtió en un escenario de enfrentamientos y furia antisemita?

– En la forma en que ocurrió, no hay dudas de el acto de violencia no tuvo nada que ver con el deporte. Parece haber sido organizado previamente. Lo que está apareciendo ahora, en la medida en que avanzan las investigaciones, fue una coordinación para atacar a las personas en un determinado lugar. Es importante recordar que, no por casualidad, este acto de violencia ocurrió dos días antes de lo que recordamos como la Noche de los Cristales Rotos, o el Pogrom de Noviembre. Fue el ataque del 9 de noviembre de 1938 en Alemania, donde una cantidad de instituciones judías y sinagogas fueron incendiados y destruidas. Hubo personas presas y muertas. El peligro de este antisemitismo creciente es todavía más evidente cuando observamos las manifestaciones, en universidades norteamericanas, o en las calles de Londres o de París, con personas que piden “la globalización de la intifada” (el levantamiento palestino). Es algo que nos retrotrae a un pasado sombrío y trágico.

-¿Qué papel juega la guerra en Gaza? ¿La ofensiva israelí tras la masacre de Hamas incrementó el odio contra los judíos?

-Sí. Es notorio ese crecimiento del odio contra los judíos en varios países del mundo después del 7 de octubre. Los números en Brasil, en Estados Unidos, en países europeos, muestran eso. Ahora, es necesario tener cuidado para no ver esto como un fenómeno de causalidad. O sea, no es la guerra lo que causa el aumento del antisemitismo. La güera se usa como pretexto para que los antisemitas aprovechen el momento de conflicto para expandir sus manifestaciones de odio y discriminación. Y otro argumento usado por los antisemitas es el discurso desequilibrado de muitos gobiernos y líderes nacionales que hablan de “genocídio” y hacen otras comparaciones sin fundamentos que terminan por envalentonar a los antisemitas y sus conductas violentas.

Enfrentamientos en Ámsterdam entre hinchas de fútbol de Países Bajos y de un equipo de Israel. Foto: REUTERS  Enfrentamientos en Ámsterdam entre hinchas de fútbol de Países Bajos y de un equipo de Israel. Foto: REUTERS

-Muchas veces las críticas al gobierno de Israel por su gestión de la guerra son tomadas como manifestaciones antisemitas, aunque no sea así…

-Es totalmente posible hacer una crítica política a las decisiones del gobierno de Israel que incluso es legítima y es parte del contexto democrático. Pero eso es totalmente diferente del uso de expresiones discriminatorias repetidas recientemente de manera agresiva. Basta con recordar las manifestaciones ocurridas en la Universidad de Columbia, en abril, en Estados Unidos, por ejemplo, donde decían: “Judíos vuelvan a Polonia”. ¿Qué significa eso? ¿Que los judíos deberían volver a Auschwitz, el campo de extermínio en Polonia? Esa es apenas una entre muchas expresiones discriminatorias y que no tienen relación con las críticas sobre la forma en que actúa el gobierno israelí.

-¿El episodio en Ámsterdam, y otros incidentes similares en los últimos meses, muestran que está creciendo el antisemitismo a nivel global?

-Estamos enfrentando lo que yo llamo un tsunami de antisemitismo, una gran ola de intolerancia que invade no sólo a Europa. Hemos observado esa ola de antisemitismo en distintas intensidades. Más intensas y ya de carácter físico, como ocurrió en Holanda y en Estados Unidos, y muy presente en el mundo virtual, como ocurre en los países de América Latina. Vale alertar que las redes sociales se convirtieron en un campo minado, el campo de batalla para la difusión de ese discurso de odio, aprovechándose de la falta de control sobre el contenido.

-¿Y cómo se puede frenar ese tsunami?

-Más allá del origen, cualquier conducta antisemita debe ser combatida por los gobiernos y las autoridades judiciales. El comisariado da OEA está totalmente empeñado en ese trabajo de educar para que las autoridades entiendan y sepan identificar el antisemitismo y, así, elaboren estrategias y políticas públicas claras, de modo de frenar ese tsunami peligroso que pone a todos en riesgo, no sólo a la comunidad judía. Pues esa ola discriminatoria e intolerante no termina necesariamente en los judíos. Trae altos riesgos para toda la sociedad.

-¿A qué atribuye este fenómeno?

-Suelo decir que, infelizmente, el antisemitismo siempre existió y hasta ahora no muestra que vaya a desaparacer de nuestra sociedad. Lo que ocurre es que los antisemitas están siempre aprovechando una oportunidad, una ocasión propicia para expresar ese odio contra los judíos. El 7 de octubre fue esa ocasión, para la práctica de la discriminación y la intolerancia, impulsada por las reacciones de algunos gobiernos y fuerzas políticas a la respuesta israelí al ataque del grupo terrorista Hamas.

-¿Qué hace concretamente la OEA frente a esta realidad?

-Una de nuestras acciones primordiales ha sido promover la adopción e implementación, por parte de los Estados miembros, de la definición de antisemitismo elaborada por la Alianza Internacional Para la Memoria del Holocausto. Más de 40 países ya se adhirieron, incluida la Argentina. Y también estamos haciendo llegar a las autoridades un manual con iniciativas concretas de países para intervenir positivamente en el combate al antisemitismo, justamente a partir de esa definición.

-Días atrás usted decía que estos ataques, como el de Amsterdam, deberían tener “un castigo ejemplar”. ¿A qué se refiere exactamente?

-Me refiero justamente a ese pilar que es el Poder Judicial actuando para castigar a aquellos que actuaron con tanta violencia. Se debe hacer justicia para que la sociedad local no se sienta alentada a seguir comportamientos discriminatorios y que tenga claro que quien comete actos de antisemitismo está cometiendo un crimen y debe sufrir las sanciones por los actos cometidos. Ese es un paso importante para que las manifestaciones antisemitas de la semana pasada no se repitan.

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