Estados Unidos reprende a Londres por la devolución del archipiélago de Chagos a Mauricio

La isla de Chagos y el reconocimiento británico a la soberanía de Mauricio sobre la estratégica isla en el Océano Indico ha creado una incomodidad entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Privadamente el gobierno norteamericano le advirtió que existe la posibilidad que China coloque en las cercanías un puesto de escucha, en un área de gran importancia en una eventual guerra.

Gran Bretaña pagará a Mauricio una tarifa anual, en virtud del acuerdo de las Islas Chagos. Una cantidad que los ministros están bajo presión para revelar.

Las islas, que han sido británicas desde 1814, han sido entregadas a Mauricio en un acuerdo que, según el gobierno, salvaguardaría el futuro de una base aérea estadounidense de Diego García, que ha estado amenazada por impugnaciones legales.

La isla de Diego García, alberga la base militar estratégicamente importante de EE. UU. y el Reino Unido y con siniestra historia de violaciones a los derechos humanos durante la guerra contra el terror y los “rendition flights”, que se detenían allí.

Existe la preocupación de que Mauricio pudiera arrendar algunas de las islas a China, dado el intento de Beijing de cultivar lazos más estrechos. Hay 47 iniciativas chinas de financiación del desarrollo en la isla y el comercio entre las dos naciones está creciendo.

Las islas Chagos comprenden siete atolones formados por más de 60 islas. El más grande es Diego García, el sitio de una instalación militar conjunta del Reino Unido y los Estados Unidos

Esto se produce después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores británico se encontrara previamente en desacuerdo con EE.UU. por su decisión de suspender algunas ventas de armas a Israel.

Más tarde se supo en una transcripción de una llamada telefónica oficial que EE.UU. había planteado el tema de la reconsideración de Gran Bretaña. Al igual que con las Islas Chagos, EE.UU. finalmente aceptó la decisión del Reino Unido.

«Es desconcertante que esto haya sucedido dado que estamos efectivamente en una guerra fría con China», dijo una fuente de Whitehall. Los Mandarines ministeriales británicos estaban en contra de la decisión.

David Lammy, el secretario de Asuntos Exteriores dijo que el acuerdo anunciado el jueves aseguraría una «base militar vital para el futuro», a través de un acuerdo que permite a Gran Bretaña ejercer la soberanía sobre Diego García durante los próximos 99 años.

Los habitantes de las islas Chagos dijeron que habían sido «ignorados sistemática y deliberadamente» en las conversaciones. Criticaron a Gran Bretaña y Mauricio por excluirlos de las negociaciones,

Según el acuerdo, se espera que Mauricio permita que algunos chagosianos regresen a otras islas del archipiélago. Pero seguirán excluidos de la isla de Diego García, donde está la base americana.

Los chagosianos protestaron en el Tribunal de Apelaciones en 2007 contra un fallo, que impedía a los isleños regresar a sus hogares. Los jueces habían dicho anteriormente que su expulsión era ilegal.

John Healey, el secretario de Defensa, también respaldó el acuerdo. Dijo: “Al otorgar soberanía a largo plazo sobre Diego García, este tratado asegura el funcionamiento continuo de esta importante base militar”.

El presidente Biden dio la bienvenida públicamente al acuerdo, diciendo que “asegura el funcionamiento efectivo de la instalación conjunta en Diego García durante el próximo siglo”.

Tom Tugendhat, el ministro de seguridad conservador en la sombra y aspirante a líder, tras haber combatido en Afganistán, escribió en el Daily Telegraph: “¿Se detendrá la irresponsabilidad de entregar Chagos?… Argentina ha buscado durante mucho tiempo arrebatarnos las Malvinas; mientras que Gibraltar es una herida abierta en nuestras relaciones con España”. Tugendhat dijo que el acuerdo “no sólo amenaza nuestra seguridad, sino que también socava a nuestros aliados, abriendo la posibilidad de que China gane una posición militar en el Océano Índico”.

La canciller argentina Diana Mondino escribió en la red X: “La larga disputa entre Gran Bretaña y Mauricio llegó a su fin hoy, con la recuperación exitosa de los mauricianos de su territorio de Chagos. Este hito significa el fin de la última colonia británica en África.

“Damos la bienvenida a este paso en la dirección correcta y al fin de prácticas obsoletas. «Siguiendo el camino que ya hemos tomado, con acciones concretas y no con retórica vacía, recuperaremos la soberanía plena sobre nuestras Islas Malvinas. Las Malvinas fueron, son y siempre serán argentinas” concluyó.

Los gobiernos de Gibraltar y las Malvinas emitieron declaraciones insistiendo en que no estaban preocupados por la decisión porque sus propias poblaciones habían votado abrumadoramente por seguir siendo británicas.

Un portavoz de la cancillería británica dijo: “Las situaciones no son comparables. Este es un acuerdo único que no tiene absolutamente ninguna relación con la política más amplia del gobierno del Reino Unido con respecto a nuestros otros territorios de ultramar. Es un tema muy diferente con una historia muy diferente. Seguimos comprometidos con nuestra familia de territorios de ultramar”.

El excanciller conservador David Cameron vetó un acuerdo con Mauricio cuando asumió el cargo de ministro de Asuntos Exteriores. “Literalmente lo frenó de golpe”, dijo una fuente cercana a Cameron. “Pensó que era una locura”.

Grant Shapps, el ex secretario de Defensa dijo que la “capitulación” pondría en duda las bases en Chipre y territorios como las Malvinas.

Jonathan Powell, enviado especial del Reino Unido para las negociaciones entre el Reino Unido y Mauricio, desestimó las críticas “tontas” de los conservadores al acuerdo.