Claire Huxtable, de Sutton Heath, Suffolk, Gran Bretaña, pasó de una pesadilla a otra. Hace sólo dos años pesaba casi 160 kilogramos y se propuso reducirlo radicalmente. Pero no calculó que su obsesión se volvería en contra: ahora es anoréxica y lucha por su vida.
Huxtable se embarcó en un riguroso régimen alimentario que le hizo suprimir toda comida chatarra, una de sus predilecciones. De inmediato visualizó los resultados y sus amigos y familiares la estimularon a continuar con esa dieta. Y entonces se propuso profundizarlo.
Sin embargo, no todo salió tal como lo pensó. Huxtable, de 44 años, ahora está hospitalizada como consecuencia de su anorexia. Pesa tan sólo 35 kilos y está muy débil tal como se muestra en las imágenes que hizo públicas para advertir a quienes se embarquen en una dieta similar.
Al comienzo, la mujer madre de dos hijos, suprimió la comida rápida, los chocolates y los crips. Pero su obsesión se incrementó y luego sacó de su dieta hasta los vegetales y las frutas. Casi no se alimentaba con tal de reducir su peso.
«Quiero advertir a otros de ser cuidadosos en sus deseos. Cuando comencé a perder peso realmente quería ser delgada, pero ahora me siento miserable y peligrosamente por debajo de mi peso necesario», contó Huxtable al diario DailyMail. «Siempre estuve rodeada de amor y felicidad, pero ahora me siento menos confiada que nunca», agregó.
La progresión de Claire fue contundente: en enero de 2013 pesaba 160 kilogramos y su talla era 32. En julio de ese mismo año, su peso era de 95 kilos y su talla 16. Decidida a continuar con su tratamiento, Huxtable logró bajar a 70 kilos en enero de 2014 y su talla era de 12 puntos. En agosto de ese año su volumen se había reducido considerablemente: 44 kilos y 6 de talla. Hoy pesa 35 kilos y su talla es de 4.
«No quiero ser gorda, pero nunca me sentí tan infeliz», concluyó.