La encopresis es la evacuación de heces, de consistencia normal o anormal, de forma repetida, involuntaria o voluntaria, en lugares no apropiados para este propósito (incluida la ropa interior), no debida a trastornos somáticos.
Se considera primaria cuando aparece después de que el niño haya cumplido los 4 años, sin haber tenido control fecal de por lo menos un año y secundaria cuando ha sido precedida de un período de continencia fecal al menos de un año, y se da entre los 4 y los 8 años.
Síntomas de la encopresis
Según la Clínica Mayo, la encopresis suele manifestarse con una serie de signos que pueden pasar desapercibidos o confundirse con otros trastornos. Entre los más comunes se encuentran:
- Pérdidas de heces, a menudo líquidas, en la ropa interior, lo que puede confundirse con diarrea.
- Estreñimiento persistente, con deposiciones secas y compactas.
- Expulsión de heces de gran tamaño que pueden llegar a obstruir el inodoro.
- Evitación deliberada de la evacuación intestinal.
- Intervalos prolongados entre una deposición y otra.
- Dolor abdominal frecuente y pérdida de apetito.
- Episodios de enuresis, tanto diurna como nocturna.
- Infecciones urinarias recurrentes, especialmente en niñas.
Causas médicas y psicológicas de la encopresis
Estreñimiento crónico
La causa más común es el estreñimiento prolongado. Las heces se vuelven duras y difíciles de expulsar, lo que provoca dolor al defecar. Como consecuencia, muchos niños evitan ir al baño, agravando la retención y generando un círculo vicioso. Con el tiempo, según la Clínica Mayo, el colon se dilata, pierde sensibilidad y puede permitir el paso involuntario de heces blandas o líquidas.
Entre los factores que favorecen el estreñimiento se encuentran:
- Retención voluntaria por miedo o incomodidad.
- Falta de interrupción de actividades lúdicas.
- Dieta baja en fibra.
- Ingesta insuficiente de líquidos.
- Consumo elevado de leche de vaca o intolerancia, aunque no hay consenso científico al respecto.
Factores emocionales
El componente psicológico también desempeña un papel importante. Según la Clínica Mayo, la encopresis puede surgir tras:
- Un aprendizaje precoz, forzado o conflictivo para ir al baño.
- Cambios vitales como inicio escolar, mudanzas o alteraciones en la rutina.
- Situaciones estresantes, como separaciones familiares o la llegada de un hermano.
Factores de riesgo
Aunque puede afectar a cualquier menor, la encopresis es más frecuente en varones. Otros factores de riesgo incluyen:
- Medicación que favorece el estreñimiento.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Trastornos del espectro autista.
- Ansiedad o cuadros depresivos.
Prevención de la encopresis
Algunas estrategias pueden ayudar a prevenir este trastorno, según la Clínica Mayo:
- Evitar el estreñimiento: Promover una dieta equilibrada, rica en fibra, y fomentar la hidratación.
- Aprendizaje saludable del uso del baño: Esperar a que el menor esté preparado y utilizar técnicas positivas sin presiones.
- Tratamiento precoz: Un abordaje médico y psicológico temprano puede prevenir secuelas y mejorar la calidad de vida. Las revisiones periódicas permiten ajustar el tratamiento si fuera necesario.